El brownie es un delicioso postre de origen estadounidense. Se caracteriza por tener una textura densa y húmeda, similar a la de un bizcocho, pero con un interior suave y jugoso. TODAS LAS RECETAS FÁCILES AQUÍ.
El brownie es un delicioso postre de origen estadounidense. Se caracteriza por tener una textura densa y húmeda, similar a la de un bizcocho, pero con un interior suave y jugoso. TODAS LAS RECETAS FÁCILES AQUÍ.
Por lo general, tiene un sabor intenso a chocolate y se sirve en forma de cuadrados o rectángulos. El brownie es una opción popular para los amantes del chocolate y es perfecto para disfrutarlo solo, con una bola de helado o acompañado de una taza de café caliente.
Precalienta el horno a 180°C. Engrasa un molde cuadrado o rectangular y cúbrelo con papel de hornear, dejando un poco sobresalir por los lados para facilitar la extracción del brownie más tarde.
Derrite el chocolate y la mantequilla juntos en un recipiente resistente al calor, a fuego bajo o en el microondas, revolviendo ocasionalmente hasta que estén completamente derretidos y suaves.
En un tazón grande, bate los huevos, el azúcar y el extracto de vainilla hasta obtener una mezcla espumosa.
Agrega la mezcla de chocolate derretido al tazón con los huevos y mezcla bien.
En otro recipiente aparte, tamiza la harina, el cacao en polvo y la sal. Agrega esta mezcla seca a la mezcla de chocolate y huevos, y revuelve hasta que se incorporen todos los ingredientes. Si deseas agregar nueces, ahora es el momento de hacerlo y mézclalas suavemente.
Vierte la masa en el molde preparado y extiéndela uniformemente.
Hornea durante aproximadamente 25-30 minutos, o hasta que un palillo insertado en el centro salga con algunas migas húmedas. No hornees en exceso para evitar que el brownie se seque.
Retira del horno y deja que el brownie se enfríe completamente en el molde sobre una rejilla. Una vez frío, corta en cuadrados o rectángulos y sirve.