Sin embargo, la comparación reavivó el debate sobre el recorrido previo de Colapinto. Antes de convertirse en una figura respaldada por sponsors y por la atención de todo un país, el argentino atravesó un proceso largo y exigente en las categorías formativas europeas, incluyendo su llegada al Viejo Continente a muy temprana edad y temporadas compitiendo con presupuestos ajustados.
La discusión, entonces, se trasladó del presente al pasado: mientras Aron apuntó al contexto actual, la carrera de Colapinto estuvo marcada por años de desarrollo previo antes de recibir un acompañamiento masivo desde Argentina.
Qué dijo Aron sobre su frustración por no ser titular en 2026
El piloto de Estonia también se refirió directamente a su situación personal dentro de Alpine y a la decisión deportiva de la escudería. “Personalmente, esperaba poder prepararme para ser piloto de Fórmula 1 a tiempo completo este año. Desafortunadamente, no fue así, pero cuando pienso en lo que aporté, no podría haber hecho más”, sostuvo.
Sus palabras reflejaron el malestar por no haber sido elegido por Flavio Briatore para acompañar a Pierre Gasly en la próxima temporada, un lugar que finalmente quedó en manos de Colapinto.
Una rivalidad que viene desde la Fórmula 2
El cruce verbal no surge de la nada. Colapinto y Aron ya habían protagonizado un antecedente fuerte durante su paso por la Fórmula 2, cuando el argentino le arrebató una victoria en la última vuelta en Ímola. Aquella maniobra dejó una imagen tensa en el podio y declaraciones posteriores que evidenciaron la rivalidad deportiva entre ambos.
Hoy, ya dentro de la estructura de Alpine, esa competencia se trasladó al plano institucional. Con Colapinto confirmado como piloto titular para iniciar un nuevo ciclo en la Fórmula 1, el equipo francés enfrenta no solo un desafío deportivo, sino también la necesidad de gestionar un clima interno que quedó expuesto tras una frase que todavía resuena en el paddock.