Ese proceso personal aparece reflejado en el texto que compartió: “Aprendí a soltar y a sostener al mismo tiempo. Perdí versiones de mí que creí eterna y conocí otras que jamás esperé encontrar”. Palabras que evidencian un recorrido introspectivo profundo, lejos del ruido del fútbol profesional.
Qué significó su regreso a las canchas en Italia
En octubre de este año, una vez cumplida la sanción, el Papu volvió oficialmente al fútbol al sumarse al Calcio Padova, equipo que compite en la Serie B de Italia. Su regreso se dio sin estridencias, pero con una carga simbólica enorme tras dos años fuera de competencia oficial.
Hasta el momento, Gómez disputó cuatro partidos con su nuevo club, sin convertir goles ni aportar asistencias. Padova se ubica décimo en la tabla y pelea por un lugar en la lucha por el ascenso a la Serie A, mientras el mediocampista busca continuidad y ritmo competitivo tras el largo parate.
En su mensaje, el Papu también dejó una mirada hacia adelante: “Hubo días que me rompieron y días que en silencio me volvieron a coser por dentro. Amé, sané, lo intenté otra vez. Y después de todo lo vivido, mi corazón sigue creyendo en los finales felices”. Una frase que resume el espíritu con el que encara esta nueva etapa.
El posteo no solo funcionó como cierre de año, sino también como una declaración de principios. A los 36 años, con una carrera marcada por grandes logros y un golpe inesperado, Alejandro Gómez vuelve a mostrarse auténtico, vulnerable y con la esperanza intacta de escribir un capítulo más dentro y fuera de la cancha.