Situación insólita

¿De casada a deportada? La extraña situación de una joven cordobesa que se casó en los Estados Unidos

Llegó a ese país con una visa de trabajo en el año 2023. Se enamoró y se casó con un norteamericano. Pero de manera asombrosa, la detuvieron cuando hacía trámites para regularizar su situación migratoria tras la boda. Ahora lucha por no ser deportada.

Roberto Adrián Maidana
por Roberto Adrián Maidana |
Se casó en Estados Unidos con un norteamericano. Pero su visa de trabajo se venció y lucha para no ser deportada. (Foto: A24.com)

Se casó en Estados Unidos con un norteamericano. Pero su visa de trabajo se venció y lucha para no ser deportada. (Foto: A24.com)

Sin embargo, cuando se presentó a un turno oficial para corregir su situación legal como inmigrante - por estar casada - agentes del ahora temible Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) llegaron a dónde realizaba ese trámite y la detuvieron.

A partir de allí comenzó su padecimiento que aún no terminó. Pese a tener una visa de trabajo y a estar casada legalmente en los Estados Unidos, corre el riesgo de ser deportada. Por una norma que tiene un "espíritu razonable", pero los implacables agentes del ICE, ignoraron por completo. En marzo de 2026, es decir, 13 meses más tarde de su detención, se decidirá en una audiencia si puede permanecer en Estados Unidos o si será deportada por violar las leyes de la inmigración legal, uno de los pilares de la política de Donald Trump.

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Casamiento legal en Estados Unidos y… ¿Deportación?

Felicitas es una joven cordobesa que llegó a Estados Unidos en 2022, al finalizar la pandemia. Tenía todos los papeles en regla. El más especial, una visa de trabajo con validez hasta marzo de 2025. Mientras trabajaba, Felicitas se enamoró de un norteamericano, Marcus. El romance siguió avanzando hasta que decidieron casarse en febrero del año 2023. Entonces, quedó solo un aspecto formal por solucionar. Cambiar la visa de trabajo por un permiso de residencia por estar legalmente casada con un ciudadano norteamericano.

La visa venció - como dijimos- en marzo de 2025. La ley norteamericana exige cumplido el plazo dado, la persona regrese a su país. Pero, si como le sucedió a Felicitas, se casa legalmente con un ciudadano de ese país, debe hacer un trámite para cambiar su estatus frente a migraciones. Va de suyo que mientras dure ese proceso, su permanencia en Estados Unidos se prorroga, más allá de lo que marque la visa de trabajo.

felicitas y Marcus 2

Pero la Agencia que dirige la poderosa Kristi Noem, Secretaria de Seguridad Nacional, hizo otra interpretación de las normas vigentes. Para el ICE - el servicio de migraciones, que depende de Noem - si la visa de trabajo expira y la persona permanece en los Estados Unidos, pasa a integrar la categoría de inmigrante ilegal: en consecuencia, puede ser arrestada y deportada. Eso es lo que tiene que sufrir la joven cordobesa. Y lucha judicialmente para demostrar que hay un error o exceso en la interpretación de la normativa.

Ella comenzó junto a su marido el trámite oficial para cambiar su estatus legal. Casada con un norteamericano, la visa de trabajo - venció en marzo de este año - no tenía más sentido. Debe obtener el permiso de permanencia. Pero migraciones hizo otra interpretación. Si la visa se vence, y el trámite no está concluido, no hay una prórroga natural. La visa caduca y la persona es considerada como una "ilegal" ( "alien", en los Estados Unidos).

Los trámites legales fueron más allá de marzo. Cuando la pareja volvió a presentarse en otro turno posterior - otorgado legalmente - vino la sorpresa tan inesperada como traumática. En la misma oficina se presentaron los agentes del ICE con sus uniformes especiales. Para ellos, como la visa de trabajo había expirado, Felicitas era una inmigrante ilegal o residente sin permiso. Conclusión: se la llevaron detenida de la misma oficina en la que estaba tramitando regularizar su situación por esta legalmente casada.

felicitas y Marcus

Casada legalmente, pero diez días encadenada hasta para ir al baño

Felicitas recibió el mismo trato que todos los "reos". Se la esposó de pies y manos. Ambas esposas estaban unidas por una cadena que además, rodeaba su cintura. Solo se quitaban la esposa de una de sus manos cada vez que necesitaba ir al baño. Así, estuvo diez días, según denunció su madre en una nota televisiva desde Córdoba.

Afortunadamente, el relato de Mariana, su madre , cuenta como el exceso de celo de la ICE, jugó un detalle vital para la situación de Felicitas.

Una jueza indignada con el servicio de migraciones

Considerada una residente sin permiso (ilegal) en los Estados Unidos, a Felicitas Lauría se le fijó una audiencia para tratar su deportación, pese a estar legalmente casada con un norteamericano. Pero inexplicablemente, los responsables de su custodia no la llevaron a la audiencia, un derecho básico y elemental de cualquier persona acusada de cualquier tipo de ilegalidad.

Cuando la jueza del caso llamó a las partes y notó que Felicitas no estaba presente, estalló de furia por la violación de una garantía fundamental. ¿Cómo lo solucionó? Fijó una fianza de 1.500 dólares para la joven. Es la cantidad más baja que puede fijarse. Con la fianza pagada, Felicitas quedó en libertad condicional. Eso sí, porta una tobillera. ¿Hasta cuándo? Hasta una nueva audiencia que se fijó para el mes de marzo de 2026.

visa y residencia

En ese momento, se definirá su situación legal. Si el matrimonio - que es absolutamente legal - es reconocido como tal, Felicitas debería acceder a un cambio de estatus personal y conseguir el permiso de residencia. Los representantes legales de la ICE o la señora Noem deberán esforzarse mucho para poder sostener que la mujer cordobesa es un "alien" y merece ser deportada.

El sentido común indica que en el próximo mes de marzo, deberán pedirle perdón, resarcirla y dejar que retome su vida con felicidad junto Marcus, su esposo norteamericano. El mismo país que quiere deportarla.