Como si fuera un “regalo” de las fiestas de fin de año, el presidente de los Estados Unidos dispuso que se le de un bono a quienes se encuentran en ese país como inmigrantes. El objetivo es que regresen a sus lugares de origen.
El gobierno de Trump ofrece un bono para los inmigrantes ilegales que se vayan de ese país (Foto: A24.com)
"Si estás en los Estados Unidos de manera ilegal y quieres regresar a tu país, te daremos 3.000 dólares y además, podrás regresar a este país en algún momento". La "sugerencia" la hizo Kristi Noem, la Secretaria de Seguridad Nacional de los Estados Unidos. Es la dura encargada de llevar adelante el plan de Donald Trump para deshacerse de los inmigrantes ilegales, como sea.
La idea anunciada consiste en dar el "bono" o premio a aquellos inmigrantes ilegales que quieran regresar a sus países de origen. La oferta que parece tentadora, tiene detrás ciertas condiciones que reflejan el interés real. Hacer que se vayan de los Estados Unidos.
La propia Noem da en ese breve mensaje los lineamientos para "acceder al bono":
Las condiciones son esas porque lo contrario es muy duro. La búsqueda de los inmigrantes ilegales, en cualquier lugar de los Estados Unidos, se mantiene. Por lo tanto, Noem plantea que puede suceder para los que no lo hagan. Si los encuentra el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE), se los expulsará del país, quedarán en un registro y no podrán regresar nunca más a los Estados Unidos.
Por lo tanto, la "invitación" no sólo tiene el incentivo de los 3.000 dólares. Las mismas personas, si cumplen las formas obligatorias, podrán volver como inmigrantes, pero de manera legal. Eso sí, según la funcionaria de Trump, será "en algún momento".
La idea del presidente Donald Trump es buscar todas las maneras posibles para cumplir con lo que siempre dice y repite desde a campaña: terminar con el "problema" de los inmigrantes ilegales, que para la Casa Blanca, son la gran fuente del crimen en los Estados Unidos.
Mientras la ICE los busca en cualquier lugar del país y los deporta cuando los localiza, sin importar si tienen un trabajo desde hace años, se implementó un programa de "incentivos" para que se vayan de los Estados Unidos por sí mismos. En un primer momento era de 1.000 dólares lo que se les ofrecía para "aparecer" ante las autoridades de migraciones. Pero como el blanqueo no dio los resultados esperados, ahora se elevó al triple, pero por un tiempo limitado.
Solo es hasta fin de año. Es decir, un "regalo de esta época de fiestas". Para los que acepten la propuesta del Gobierno, hay otro incentivo, aunque mucho más incierto. El hecho de que sean deportados no los invalida para poder regresar a los Estados Unidos.
Como se dan a conocer voluntariamente, podrán hacer los trámites necesarios para ingresar nuevamente, pero en condiciones legales. Claro que nadie sabe cuando podrá ser ese "momento". Tal vez tengan que esperar muchos años antes de recibir el visto bueno.
La funcionaria de migraciones, la implacable Kristi Noem, se destaca por su dureza, que mantiene en los avisos que difunde por televisión y en las redes sociales. Incluso se la vio en las pantallas de la televisión argentina. En uno de ellos, advierte que "si piensa en ingresar ilegalmente a los Estados Unidos, es mejor que ni lo intente". Y asegura que la oficina a su cargo los perseguirá hasta hallarlos y expulsarlos de por vida.
Por lo tanto, al anunciar este "bono especial", reitera su aviso. Si no se presentan voluntariamente, no solo perderán los 3.000 dólares. Si los encuentran como ilegales, quedarán en un registro del que jamás se los borrará. Por estar allí, estarán vedados de regresar a los Estados Unidos por el resto de sus vidas.
Otra paradoja de la política migratoria de Trump. Los que quieran ser "deportados con el bono", deben anotarse en una aplicación llamada Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP). Es la misma que armó Joe Biden, pero para los que aspiraban a ser aceptados como inmigrantes en los Estados Unidos.