El posteo se viralizó rápidamente entre seguidores del Partido Republicano, que comenzaron a difundir capturas de pantalla y a exigir medidas al Departamento de Estado. En cuestión de horas, las autoridades revocaron su visa y ordenaron su deportación.
Deportación confirmada por EE.UU.
Departamento de Estados Unidos
La protagonista del caso es Serena Luciano, una joven cordobesa que se encontraba en Estados Unidos estudiando. (Foto: X)
La medida fue confirmada por la cuenta oficial del Departamento de Estado en X (ex Twitter), que publicó un mensaje con tono contundente: “Estados Unidos no tiene obligación de acoger a extranjeros que desean la muerte de los estadounidenses. El Departamento de Estado continúa identificando a titulares de visas que celebraron el atroz asesinato de Charlie Kirk. Estos son solo algunos ejemplos de extranjeros que ya no son bienvenidos en EE.UU.”
A continuación, el comunicado mencionó el caso de una “ciudadana argentina” que había afirmado que Kirk “dedicó toda su vida a difundir discursos racistas, xenófobos y misóginos” y que “merece arder en el infierno”. La publicación concluyó con una sola frase: “Visa revocada”.
Aunque la comunicación oficial no incluyó su nombre, la identidad de Luciano se difundió rápidamente gracias a cuentas anónimas de X que rastrearon su perfil y publicaron capturas de sus redes sociales.
Quién es la argentina a la que le revocaron la visa
De acuerdo con la información verificada por medios estadounidenses y argentinos, Serena Luciano es oriunda de Córdoba y había estudiado Historia del Arte en la Universidad de Illinois, donde también se desempeñaba como reclutadora universitaria en la Facultad de Arquitectura, Diseño y Artes.
En su perfil de LinkedIn -que eliminó horas después de la viralización- se presentaba como “Recruiting Coordinator” y estudiante de una maestría en Educación Superior Urbana. En su Instagram, ahora privado, se definía como “una chica argentina en Chicago” y compartía enlaces de campañas sociales vinculadas con causas feministas, pro Palestina y contra la discriminación hacia comunidades asiáticas e islámicas.
Tras conocerse su mensaje sobre Kirk, cerró sus cuentas de Facebook y LinkedIn, aunque mantuvo su perfil de Instagram activo, pero con acceso restringido.
“El quitavisas”: la reacción del Gobierno estadounidense
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La protagonista del caso es Serena Luciano, una joven cordobesa que se encontraba en Estados Unidos estudiando. (Foto: X)
El caso tomó notoriedad nacional cuando Christopher Landau, subsecretario del Departamento de Estado y ex embajador en México, se hizo eco del mensaje.
Landau replicó el posteo con un gráfico donde aparecía el símbolo del águila estadounidense en forma de “batiseñal” y la palabra “Visa revoked” (“visa revocada”), en clara alusión a su rol en la identificación de los extranjeros deportados por declaraciones de odio hacia ciudadanos estadounidenses.
“El Presidente de los Estados Unidos y el Secretario de Estado defenderán nuestras fronteras, nuestra cultura y nuestros ciudadanos haciendo cumplir nuestras leyes de inmigración”, expresó el comunicado oficial que acompañó las publicaciones.
El mensaje cerraba con una frase contundente: “Los extranjeros que se aprovechen de la hospitalidad de Estados Unidos mientras celebran el asesinato de nuestros ciudadanos serán expulsados.”
No fue la única: otros cinco extranjeros también perdieron su visa
El caso de la argentina fue uno de los seis que el Departamento de Estado hizo públicos. Además de Luciano, la lista incluye ciudadanos de México, Brasil, Alemania, Sudáfrica y Paraguay, quienes también publicaron comentarios celebrando la muerte de Kirk en redes sociales.
Entre los ejemplos citados:
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Un mexicano escribió: “Kirk murió siendo racista, murió siendo misógino. Hay personas que merecen morir. Hay personas que harían del mundo un lugar mejor estando muertas.”
Un alemán publicó: “Cuando los fascistas mueren, los demócratas no se quejan.”
Un paraguayo afirmó que Kirk “murió según sus propias reglas” y lo llamó “un hijo de puta.”
Un sudafricano se burló del dolor de los seguidores del activista.
Y un brasileño sostuvo que Kirk “murió demasiado tarde” y que había sido “motivo de una manifestación nazi”.
Todos los mensajes fueron acompañados por la misma leyenda en la cuenta oficial del gobierno norteamericano: “Visa revocada.”
Trump homenajeó a Charlie Kirk en la Casa Blanca
El anuncio coincidió con un acto encabezado por Donald Trump en la Casa Blanca, donde se rindió homenaje a Charlie Kirk, fundador de Turning Point USA, una organización conservadora de fuerte influencia entre los jóvenes republicanos.
En el evento, el expresidente le otorgó la Medalla Presidencial de la Libertad, la mayor distinción civil de Estados Unidos, en coincidencia con la que habría sido su fecha de cumpleaños número 32.
Trump calificó a Kirk como “un patriota que dio su vida por defender los valores de la nación”, y reiteró su compromiso de “no permitir que el odio hacia los estadounidenses quede impune, venga de donde venga”.
La deportación de los extranjeros fue interpretada por analistas como una señal política de la administración republicana, en el marco de su política de tolerancia cero ante expresiones de odio contra figuras públicas estadounidenses.
El trasfondo del caso y las críticas en redes
El episodio también generó un debate sobre libertad de expresión y censura internacional. Algunos usuarios y organizaciones de derechos digitales cuestionaron la decisión del Departamento de Estado, al considerar que la deportación por publicaciones en redes sociales constituye una forma de persecución ideológica.
Sin embargo, la mayoría de los comentarios en Estados Unidos apoyaron la medida, citando que los extranjeros no tienen derecho a residencia si promueven discursos violentos o celebran asesinatos.
Desde la perspectiva legal, la Ley de Inmigración y Nacionalidad estadounidense otorga al Departamento de Estado amplias facultades para revocar visas “a discreción” cuando un visitante extranjero incurre en conductas contrarias a los valores nacionales o que impliquen riesgo para la seguridad pública.
Repercusiones en Argentina
La noticia tuvo una fuerte repercusión en medios nacionales. En Córdoba, donde nació Serena Luciano, familiares y allegados evitaron hacer declaraciones. En redes sociales, el tema generó opiniones divididas: mientras algunos usuarios defendieron la libertad de expresión, otros consideraron que su mensaje había cruzado límites éticos.
“Podés tener ideología, pero celebrar una muerte nunca es el camino”, comentó una usuaria argentina en X. “Si vivís en otro país, respetá sus leyes. No podés pedir hospitalidad y desearle la muerte a sus ciudadanos”, agregó otro.
Por su parte, colectivos feministas y agrupaciones universitarias cuestionaron la medida por considerarla “desproporcionada y ejemplificadora”, al señalar que la sanción buscó disciplinar políticamente a voces disidentes.