Vladimir Putin, determinado en tomar el control de todo el este de Ucrania (Foto: AP)
“Bloqueen esta área industrial para que una mosca no pueda pasar”, fue la tajante orden de Vladimir Putin a las tropas que mantienen sitiada a Mariúpol. La guerra entre Rusia y Ucrania, entre en una fase que puede ser decisiva. Mientras continúa el asedio sobre la única ciudad del este ucraniano que aún no ha caído. El Kremlin se apoya en estos ataques para cambiar su imagen de la invasión iniciada el 24 de febrero.
También planteó una jugada estratégica que tiene una sola mirada. Ofrecer la posibilidad de abrir una negociación, pero desde una posición de ventaja sobre Volodimir Zelenski.
Esa fábrica enorme se transformó en el centro de la resistencia ucraniana en una ciudad destruida en el 90%. Allí se reúnen los principales comandantes que todavía plantan bandera ante el invasor que llegó avanzando desde la región del Donbás.
El presidente ruso, Vladimir Putin, canceló los planes para que sus tropas asaltaran la planta siderúrgica de Azovstal, en el esta de la ciudad, casi sobre la costa sobre el mar de Azov. Optó por un bloqueo que pretende forzar una negociación para la rendición.
El presidente del gobierno Español, Pedro Sánchez y la primera ministra de Dinamarca, .El mandatario español dijo estar “conmovido” tras contemplar en Borodianka el “horror de la guerra de Putin”. Caminó por las calles acompañada por la premier dinamarquesa y su par de Ucrania. Ambos, ratificaron que continuará el apoyo de la Unión Europea y de la OTAN al gobierno de Zelenski.
En medio de los combates, Ucrania y Rusia llegaron a un precario acuerdo. Unas horas de "tregua" para permitir un corredor humanitario para la salida de cuatro ómnibus con refugiados que abandonaron la ciudad. Apenas unos 250 personas de los más de 100.000 ucranianos que resisten en condiciones infrahumanas. Aislados, sin comida prácticamente y sin electricidad la mayoría de las 24 horas.
Pero el objetivo de Putin está bien claro: lograr la rendición total de Mariupol, ciudad símbolo de la tenaz resistencia de Ucrania. El presidente de la Federación rusa siempre declaró que su principal objetivo no era tomar todo el país sino "liberar del dominio ucraniano a los rusos que habitan en la región del Donbás en el este de ese país".
El líder del Kremlin ordenó al ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, cambiar el plan. “No hay necesidad de subir a estas catacumbas y arrastrarse bajo tierra a través de estas instalaciones industriales”, dijo Putin. En cambio, dio una orden concreto: “Bloqueen esta área industrial para que una mosca no pueda pasar”.
Unos 2.000 combatientes ucranianos permanecen en Azovstal, según Shoigu. Lo que demora la caída definitivamente de la ciudad.
Putin se muestra confiado. dice que ya está "técnicamente" tomado el control de Mariupol. Así tiene un corredor seguro desde la península de Crimea, todo por el oriente ucraniano hasta el noreste desde Lugansk hasta el límite con Rusia.
Esta situación configura un panorama diferente para El Kremlin, al menos una base desde donde defender su invasión a Ucrania. Abandonada rápidamente la chance de tomar Kiev, la capital ucraniana, Rusia se concentró en la zona del país desde donde inició la invasión: el Donbás.
Allí la mayoría de la población es rusa o con vínculos con ese país. Vladimir Putin antes de iniciar la invasión del 24 de febrero denunció que tropas con ideología "nazi" asediaban y maltrataban a los prorrusos en esa zona de Ucrania. Así comenzó la guerra que ya lleva 56 días.
El secretario general de la ONU tuvo un significativo cambio de opinión. Que hay que seguir detenidamente. Hace una semana, dijo que "no había condiciones para pensar en un alto el fuego". Pero ahora, plantea una tregua entre ambos bandos.
¿El objetivo? Antonio Guterres quiere que cesen los combates por un tiempo para permitir lo que no se pudo en casi dos meses: hacer que Vladimir Putin y Vlodomir Zelenski estén frente a frente, en persona. Con el Secretario general de la ONU como garante.
En estos casos, la diplomacia internacional no suele gastar esfuerzos si no hay una conversación previa que permita ver un resultado optimista. Menos cuando se trata del Secretario general de las Naciones Unidas. El organismo multilateral en el que Estados Unidos, China, Gran Bretaña, Francia y Rusia , tienen el poder de veto en el Consejo de Seguridad.
Si las Naciones Unidas piden esta reunión es porque algún signo positivo llegó tanto desde Moscú como de Kiev.
En poco más de 15 días, Rusia celebrará una de sus fechas más importantes de la historia. El 9 de mayo un tradicional desfile por la plaza roja recuerda el triunfo de la entonces Unión Soviética y los aliados contra la Alemania nazi. Si para ese momento, todo el este de Ucrania ya está fuera del control de Kiev, entonces, la base de sustentación par a Vladimir Putin estará colocada.
Así podría sentarse en mejores condiciones para negociar. Porque otro dato también es verdad y acuciante. Las reservas económicas de Rusia se acaban y prolongar la guerra tendrá consecuencias muy duras, para la sociedad rusa también.
"Un mal arreglo es mejor que un buen pleito", dice el refrán. Y este pleito, la guerra entre Rusia y Ucrania, se acerca a los dos meses manteniendo al mundo desvelado.
