Y atribuyen la postura del presidente a "presiones" de los sindicalistas conocidos como "los gordos" de la CGT, entre ellos, Héctor Daer, que advierten que de otorgar una suma fija por decreto, el gobierno le quitaría el poder de negociación a los sindicatos frente a los empresarios.
El desconcierto que existe en el Gobierno sobre el tema, quedó reflejado en las últimas horas por las polémicas declaraciones de la ministra de Trabajo, Kelly Olmos, quien en un ping-pong de preguntas, durante una entrevista televisiva, el domingo terminó admitiendo que el gobierno no tiene como prioridad bajar la inflación, sino ganar el mundial de fútbol en Qatar.
Desde un sector de la Casa Rosada admitieron a este portal que la discusión está trabada entre el presidente y el kirchnerismo, y no descartan una inminente cumbre entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner para definir cómo seguirá el gobierno y la política económica.
Aclaran en la Casa Rosada que el rechazo del presidente a decretar un aumento de suma fija a los salarios privados no es un condicionamiento del FMI.
En caso de llegar a tomar una medida de ese tipo, "serán los empresarios y no el Estado los que tengan que pagar el aumento de suma fija o el bono de fin de año a los empleados del sector privado", por lo que una medida de ese tipo no afectaría el acuerdo con el FMI que impone bajar al 2,5 % del PBI el déficit fiscal este año y al 1,9% en 2023, indicaron fuentes del Gobierno nacional a este portal.
"El gobierno tiene que pagar solo a los empleados estatales", señalan ante la consulta de A24.com mientras el presidente demora para su regreso de la gira internacional, la toma de una decisión.
Desde otro sector del gobierno, justifican la negativa de Alberto Fernández de decretar una suma fija por varios meses, para evitar una confrontación mayor con los empresarios Pymes y comerciantes, que están sufriendo la fuerte caída del consumo y muchos no podrían pagarlas".
Desde el mismo gobierno admiten que la discusión de pagar un bono menor, y no una suma fija, que equipare la pérdida del poder adquisitivo a la inflación: "Es una discusión válida en un escenario normal, pero estamos en una situación de emergencia", reconocen en el círculo íntimo de Alberto Fernández, a diferencia de otros funcionarios como la ministra de Trabajo, Kelly Olmos, que tomó postura más cercana a los gremios de la CGT que se oponen a un aumento con suma fija por temor a perder poder de negociación ante los empresarios.