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La estrategia de Alberto choca en el Congreso contra la agenda de Máximo y Cristina Kirchner

Mariano Obarrio
por Mariano Obarrio |
La estrategia de Alberto choca en el Congreso contra la agenda de Máximo y Cristina Kirchner

Una vez más, Cristina Kirchner le marcó la cancha a Alberto Fernández: le impuso al Presidente la agenda de estos últimos días y la última prueba fue el cambio en la fórmula de actualización de haberes jubilatorios de la reforma previsional. El Poder Ejecutivo había enviado un proyecto de ley que fijaba que el 5% de aumento que se dispuso por decreto este mes se computaba a cuenta del primer aumento de marzo, pero la vice lo desdobló.

Con el proyecto albertista, los jubilados se perjudicarían y cobrarían menos de lo debido en marzo, pero con el cristinista tendrán un mayor incremento. Como parte del ajuste fiscal que negocia con el FMI, el ministro de Economía, Martín Guzmán, había dispuesto, además, que habría sólo dos aumentos jubilatorios semestrales por año, pero la ex presidenta fijó que deberán ser cuatro. De ese modo, todo será igual a cuando gobernaba ella.

El proyecto de ley previsional fue dictaminado ayer en las comisiones del Senado y se debatirá en el recinto el jueves próximo. "Cristina les marca la cancha todo el tiempo. Una muestra más de que su agenda pesa mucho", dijo a A24.com un funcionario del albertismo que observaba estupefacto el cambio repentino que tuvo el proyecto jubilatorio.

En rigor, esos cambios se produjeron ayer durante una reunión de los senadores del Frente de Todos, que responden a Cristina Kirchner. Estuvieron también el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, y la titular de la Anses, Fernanda Raverta. "Sí, por supuesto. Ayer tuvimos reunión y trabajamos en el tema con Moroni", confió a A24.com un senador de máxima confianza de la vice.

Un hombre muy cercano al presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, confirmó que "la agenda la manejan Cristina y La Cámpora". Y agregó que "el recorte de gastos a la Ciudad, el cambio en el Ministerio Público, el impuesto a las grandes riquezas y el proyecto de ley de manejo del fuego, son todos los temas de ella y de Máximo". Incluso, la reforma previsional había quedado reservada a Alberto porque formaba parte de la negociación con el Fondo Monetario. "Pero ella se metió de nuevo y le modificó el texto, para morigerar el ajuste", dicen en el Congreso.

El mecanismo de cálculo de aumento de haberes jubilatorios se determinará en un 50% por la recaudación de la Seguridad Social y otro 50% por el aumento de los salarios (Ripte) o por el Índice salarial que elabora el Indec. Se elegirá el que tenga mayor incremento, como entre 2009 y 2017. Como parte del juego de presiones de Cristina y los senadores K, Alberto Fernández recibió en la Casa Rosada a Moroni y a Raverta y “consensuó” los cambios: el 5% de aumento será neto este mes y no se tomará a cuenta en marzo. Además, habrá cuatro pagos en lugar de dos al año.

El Presidente buscó disimular con elegancia la imposición de Cristina Kirchner. En declaraciones a El Destape Radio dijo que los senadores del Frente de Todos le "propusieron cambiar el empalme" y así se volverá "a la fórmula original de Cristina en su integridad". Y apeló a una mentira piadosa: "Con Moroni y Raverta se nos ocurrió volver a la fórmula original de Cristina y hacer actualizaciones trimestrales". Pelea solucionada.

El Senado avanza a paso urgente en las iniciativas de Cristina y de su hijo Máximo Kirchner. Durante la sesión de hoy viernes sancionará las leyes del impuesto a las grandes fortunas y de manejo del fuego. El jueves también le dio dictamen de comisión a la quita de fondos a la ciudad de Buenos Aires, que volvió modificada de Diputados, y también sería sancionada en forma definitiva el jueves próximo.

Con los cambios impuestos a la reforma previsional, el Senado podría asegurarse el acompañamiento en Diputados de los bloques opositores intermedios, como el de Consenso Federal y el de Unidad Federal para el Desarrollo. Son las bancadas que necesita el Frente de Todos para sobrepasar los 129 votos como se vio en la sanción de la ley de quita de 65.000 millones de pesos a la Ciudad.

El albertismo y el kirchnerismo, unidos en este punto en Diputados, avanzan a toda velocidad con el proyecto de ley del aborto legal que se debate en el plenario de comisiones de Legislación General, de Legislación Penal, de Salud y de Mujeres y Diversidad. Iría al recinto el próximo jueves 10, aunque se podría postergar para el lunes 14. La quita de recursos a la Ciudad estimuló a muchos legisladores de Juntos por el Cambio, que son verdes, a abstenerse o a intentar que el proyecto no llegue al recinto. En eso trabajan la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, el expresidente Mauricio Macri y Miguel Pichetto. Si bien Bullrich y Pichetto simpatizan con el aborto, señalan que en este contexto político es totalmente inoportuno ese debate.

"Nos están sacando todos los recursos, estamos en una crisis económica y sanitaria, tenemos una pandemia, 4000 enfermos de Covid en terapia intensiva, murieron 40.000 personas, y nosotros no podemos hacerle el juego a Alberto para debatir el aborto. Ni siquiera los nuestros que son verdes van a ganar nada”, dijo Patricia Bullrich en reuniones de la intimidad de Juntos por el Cambio. Podrían acompañarla diputados verdes como Waldo Wolff o Fernando Iglesias, que están que trinan con Alberto. Pero no Silvia Lospennatto.

Podrían encontrar aliados para bajar la sesión en 40 diputados del Frente de Todos, que son celestes. Están liderados por José Luis Gioja y Eduardo Valdés. Cuentan con el aval del jefe del bloque de senadores del Frente de Todos, José Mayans. Cristina Kirchner le dio luz verde a Mayans para criticar a la secretaria legal y Técnica, Vilma Ibarra. Pero en el Senado podría haber un empate en 36 votos. Algunos dicen que Cristina buscaría quedar como la heroína del desempate, aunque no se sabe para qué lado.

Los puentes quedaron rotos entre el Gobierno y Juntos por el Cambio tras el recorte de recursos. Ahora el gobierno porteño de Horacio Rodríguez Larreta esperará a la sanción de la ley en el Senado para presentar un segundo amparo ante la Corte Suprema y mientras tanto estudia cómo recortar las partidas que le quitó la Cámara de Diputados. El decreto 735 de Alberto Fernández le había detraído $ 52.000 millones proyectado a 2021. La ley eleva esa cifra a 65.000 millones. La diferencia, 13.000 millones, deberá ser compensada con recorte de gastos, aumento de impuestos, emisión de deuda para gastos corrientes o con un mix de todo eso.

Se rompió también la relación entre Rodríguez Larreta y el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti. Hasta aquí, Schiaretti tenía gestos de solidaridad con la Ciudad. Pero su provincia tiene una fuerte deuda que refinanciar y problemas con las cajas previsionales. La Casa Rosada corrió a Schiaretti con el látigo y la billetera. La decisión de los diputados cordobeses cayó muy mal entre los votantes de esa provincia que suelen apoyar a Schiaretti y avalan al macrismo por la resistencia que les genera el kirchnerismo. Macri había sido un buen aliado de Schiaretti y lamentó ese desaire.

El dato político es que Alberto Fernández, con la agenda de Cristina, sumó un aliado con los recursos del Estado que antes no tenía.