Qué debe pasar ahora en el club
El dirigente queda habilitado a retomar sus funciones de forma inmediata y tiene un plazo de 15 días para convocar a una reunión formal de Comisión Directiva. Ese encuentro deberá realizarse bajo supervisión de la Inspección General de Justicia (IGJ), para garantizar la validez del procedimiento.
La decisión repite, en parte, lo ocurrido meses atrás, cuando otro fallo judicial le permitió volver al cargo tras una licencia. Sin embargo, la tensión política se mantiene y hay sectores dentro del club que evalúan apelar o accionar por otras vías legales.
Desde el oficialismo remarcan que actuaron según los pasos institucionales y consideran que el fallo interrumpe nuevamente un proceso de transición que ya estaba en marcha. También apuntan a la coincidencia temporal: otra vez la resolución llega en la previa de un partido como local.
Cómo reaccionó la oposición interna
El dirigente opositor César Francis, referente de la agrupación Volver a San Lorenzo, publicó un mensaje contundente en redes sociales. “Moretti: ninguna resolución judicial le dará legitimidad”, escribió, asegurando que el presidente “está estirando su agonía sin entender el perjuicio que le causa al club”.
Francis planteó que la única salida es consolidar la acefalía mediante la renuncia formal de quienes aún conservan cargos: “La decisión de la Justicia impone que quienes eligieron conservar sus cargos presenten sus renuncias para llamar a elecciones anticipadas”. Y cerró con un llamado a desplazar a la actual conducción: “Debemos rescatar a San Lorenzo de Moretti. Debemos salvar el futuro”.
La interna no solo expone diferencias políticas, sino que condiciona los tiempos institucionales. En el club creen que, si se conforma nuevamente la acefalía con las renuncias pendientes, se podría convocar a elecciones antes de los plazos estatutarios.
Qué impacto tiene este fallo en el futuro inmediato
El regreso de Moretti no significa el fin del conflicto, sino una redefinición del tablero. Por un lado, recupera la presidencia con aval judicial; por otro, enfrenta un escenario de fuerte rechazo de parte de la oposición y sectores del propio club.
El próximo paso será clave: la reunión de Comisión Directiva determinará si se recompone el órgano, si prosperan nuevas renuncias o si se avanza hacia una transición diferente a la que se había planteado tras la acefalía.
En medio de la disputa, quedan temas de gestión sensibles: lo deportivo, los contratos vigentes, la situación financiera y la relación con los socios. La intervención de la Justicia, lejos de cerrar la crisis, abre una nueva etapa cargada de tensión institucional.