Javier Milei habló de la venta de órganos y su entorno trató de protegerlo de las críticas.
Javier Milei tropezó con su propia piedra. Cerró una semana negativa en su acelerada carrera política y logró la peor de las centralidades que se pueden desear: aquella que despierta cuestionamientos de propios y ajenos. Patinó con sus dichos sobre el trasplante de órganos y tuvo que improvisar una visita al conurbano para borrar sus errores dialécticos.
En rigor, el error de cálculos comenzó durante un extenso debate televisivo que compartió con el dirigente social Juan Grabois. Fue ahí donde el diputado nacional de La Libertad Avanza empezó a trastabillar. Después, vino la entrevista radial con Jorge Lanata donde volvió a mostrarse a favor de permitir la venta de órganos entre privados y eliminar todas las regulaciones estatales. Un disparate.
“Es una postura filosófica que Javier tiene, pero lo que planteó no forma parte de nuestra plataforma de gobierno”, aseguran cerca del diputado.
Las polémicas declaraciones prendieron una luz de alarma en su propio entorno que cada vez advierte más desbordes del economista.
“Javier es así, tan incorregible como disruptivo”, afirman.
Hace algunos días, durante el mencionado debate, Milei había dejado boquiabierto a su equipo de asesores cuando propuso que un individuo pudiera intercambiar un brazo por una casa. Allí se mostró a favor de que cualquier persona pueda disponer de la comercialización de su cuerpo, incluso para permuta de mercancías. “Te aseguro que vas a encontrar mucha gente dispuesta a vender su brazo a cambio de una vivienda para su familia”, afirmó enfurecido.
Algunos asesores intentaron convencerlo de que su idea disparatada se arrimaba a claros aspectos de ilegalidad y que eso podría ser mal interpretado, incluso, por sus propios votantes. Para intentar correr la polémica del centro de la escena política, su equipo armó una improvisada incursión por el conurbano bonaerense.
El viernes por la tarde, Milei desembarcó sorpresivamente en La Matanza. Fue su primera recorrida por ese territorio que lleva años en manos del peronismo. Durante la visita, saludó a los comerciantes, vecinos y vendedores ambulantes del centro de Laferrere. Siempre estuvo secundado por su hermana Karina y el legislador porteño Ramiro Marra.
“La Matanza es la metáfora del fracaso de la casta. Una clase política nacional, bonaerense y municipal que abandonó a su gente para enriquecerse y llenarse los bolsillos”, dijo el precandidato a presidente.
La visita se produjo en la semana previa del acto que Milei realizará el próximo viernes 10 de junio en la cancha del club El Porvenir junto con el cantante “El Dipy”, quien prepara un recital especial para empezar a soñar con un proyecto político en territorio bonaerense.
