En medio de las acusaciones, ambas partes presentaron a sus testigos: mientras Marian llamó a Yasmín, su hermana, Florencio hizo lo propio con Guido, un fotógrafo cubano que también participó del fallido casting y acusó a Marian de querer "buscar fama" con este caso.
Más allá de estas palabras, Marian volvió a tomar la ofensiva y aseguró que el productor de castings le ofrecía ganar 30.000 dólares, aunque con una presunta condición. "Todo el tiempo me repetía: 'Todo tiene un costo'. Entonces, yo decía: 'Qué rara esa palabra. ¿A dónde quiere llegar?'", contó.
Finalmente, luego de conocerse la acusación y tras los alegatos de las partes, el jurado tomó una decisión: por 9 votos a 1, declaró a Florencio como culpable.