Ella venía del mundo de la moda. Era famosa pero no tanto. Salió del reality de modelos Súper M. Él, en cambio, era un total desconocido. Trabajaba como productor de Ideas del Sur, la empresa de Marcelo Tinelli.
Ella venía del mundo de la moda. Era famosa pero no tanto. Salió del reality de modelos Súper M. Él, en cambio, era un total desconocido. Trabajaba como productor de Ideas del Sur, la empresa de Marcelo Tinelli.
En 2010, a través de sus representantes, Paul y Willy García Navarro, ella ingresó al certamen de baile "Bailando por un sueño", que salía en el ciclo "ShowMatch".
Justamente, Pedro Alfonso fue el productor designado para que acompañe a Paula durante su estadía en el certamen.
Lo que empezó como un chiste se terminó convirtiendo en un noviazgo, que muchos tildaban como una farsa para la cámara. Poco a poco se fueron conociendo y sin querer, se enamoraron.
"Al principio no éramos una pareja, porque estábamos en la etapa de conocimiento. Yo no soy una mina fácil. Soy re histérica. Me imagino todo en mi cabeza, pero no se lo hago saber a la otra persona", había afirmado Paula sobre los comienzos de la relación.
A principios de 2011, cuando el ciclo de baile había finalizado y ella había adquirido una gran popularidad, la pareja decidió distanciarse. Los rumores de un "romance televisivo" no tardaron en llegar.
Ese mismo año ella no quiso participar del programa de Tinelli y él hizo su debut como bailarín. Los rumores de acercamiento se consolidaron y poco tiempo después Paula aceptó realizar un reemplazo en el ciclo y se quedó hasta las instancias finales.
Desde entonces no volvieron a separarse. Bailaron juntos, hicieron teatro, explotaron las boleterías, y alcanzaron una impresionante popularidad. El pasado verano anunciaron que estaban esperando a su primer hija, Olivia, quien hoy llegó a este mundo.