Mónica Helguera Paz, una colegiala de 17 años y buena posición económica, conoce a Rolando Rivas, un taxista humlide y querendón del barrio porteño de Boedo. Así lo pensó Alberto Migré y así lo mostró por primera vez un 7 de marzo de 1927, bajo la piel de Solita Silveyra y Claudio García Satur. Hoy, a 40 años del estreno, no hay quien no conozca al menos el título de la novela que más audiencia tuvo en la historia del ranking novelero argentino y que más pasiones despertó en tanto mujeres como hombres, grandes y chicos. (A24.com).