Lo hará tras marcarle la cancha en público al cristinismo sobre la decisión de continuar con el rumbo económico firmado con el FMI y advertir que "seguirán gestionando con los funcionarios que estén alineados" a la política económica decidida por la Casa Rosada.
El Gobierno recibió con fuertes expectativas la decisión del FMI, de crear un fondo de resiliencia para países pobres y endeudados, listado en el que podría ser incluida la Argentina.
Según supo A24.com, el presidente Alberto Fernández siguió desde el sanatorio Otamendi el anuncio realizado el miércoles de esta semana por el FMI sobre la creación de un Fideicomiso de Resiliencia y Sostenibilidad (RST), que significa una tercera línea de créditos con plazos de hasta 20 años de repago.
Algo que venía reclamando la vicepresidenta Cristina Kirchner desde que comenzaron las negociaciones por la reestructuración de la deuda tomada por el anterior gobierno de Mauricio Macri en 2018 y que terminó con el acuerdo firmado por el actual Gobierno en febrero pasado con el plan de Facilidades Extendidas con repago a 10 años de plazo.
¿Por qué Argentina puede recibir más dinero del FMI?
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El FMI vio con buenos ojos la suba de tasas de interés
La creación de ese fondo de resiliencia había sido un reclamo de Alberto Fernández y de Guzmán en la última cumbre del G20 realizada en Roma el año pasado.
Aunque lo reconocen en voz baja en la Casa Rosada no quieren generar más expectativas hasta confirmarlo. Pero en el Gobierno consideran un logro propio que podría aportar un crédito extra de 1300 millones de dólares y extender el plazo de pago del acuerdo de Facilidades Extendidas de 10 a 20 años. Tal como reclamaba Cristina Kirchner.
La iniciativa establece que alrededor de las tres cuartas partes de los miembros del FMI podrían ser elegibles para el financiamiento del RST. El corte estará en "todos los países de medianos ingresos con un INB per cápita inferior a 10 veces el límite operativo de la AIF de 2020, o alrededor de 12.000 dólares".
En ese umbral se ubican países como Argentina, Turquía y Rusia. Cada nación podrá tomar hasta el equivalente a un 150% de la cuota de participación que el país tenga en el Fondo o unos 1.000 DEG, es decir, cerca de $1,4 mil millones, lo que sea menor.
Otra condición es que las naciones también tendrían que estar ya participando en un programa tradicional financiero o no financiero del FMI, haciendo que el fideicomiso sea un complemento en lugar de un sustituto. Argentina acordó en el último tiempo un nuevo acuerdo de Facilidades Extendidas para pagar los 44.000 millones de dólares que tomó el gobierno de Mauricio Macri, el crédito más grande de la historia del organismo multilateral.
La tasa de interés del fideicomiso será cero y "se ha propuesto un vencimiento de 20 años y un período de gracia de 10 años, con una estructura de intereses escalonada que diferenciaría las condiciones de financiación entre los grupos de países, con un alto grado de concesión para los miembros de ingresos más bajos".