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Bad Bunny empezó el año con el pie izquierdo, o al menos bastante furioso con sus propias fans. Lo cierto es que el músico le arrancó el teléfono celular, arrojándolo al mar, a una fanática que logró acercarse a él y sin pedirle permiso intentó tomarse una selfie junto a él.
Claro que las imágenes recorrieron las redes sociales a lo largo y ancho del planeta en cuestión de unas pocas horas, y las críticas por la actitud nada amable de Bad Bunny no se hicieron esperar.
Pero el músico, lejos de salir a disculparse públicamente por su accionar políticamente incorrecto, hizo su descargo desde Twitter donde no se mostró para nada arrepentido.
"La persona que se acerque a mi a saludarme, a decirme algo, o solo conocerme, siempre recibirá mi atención y respeto. Los que vengan a ponerme un cabrón teléfono en la cara lo consideraré como lo que es, una falta de respeto y así mismo lo trataré yo. #SINCOJONESMETIENE", sentenció todavía muy molesto.
Ni bien se anunciaron sus recitales, la venta de entradas batió récords del mayor referente latino del momento. Con dos fechas sold outs, y meses de espera, el 5 de noviembre pasado fue la primera fecha de Bad Bunny en el Estadio de Vélez que superó ampliamente todo lo imaginable.
Apenas pasadas las 21 horas el estallido del público recibió al artista puertorriqueño dando comienzo con las primeras canciones “Moscow Mule”, “Me Porto Bonito” y “Un ratito”. Con su imponente presencia y carisma no dio respiro desde el minuto uno ni se privó de nada y demostró su amor por la música Argentina durante todo el show en donde hasta hizo sonar “Demoliendo Hoteles” de Charly García previo a “Si estuviéramos juntos”.
La sorpresa de la primera fecha fue nada más ni nada menos que el argentino Duki en las canciones “Hablamos mañana” y “Givenchy”, reuniéndose dos verdaderos números #1.
Con más de dos horas de show sonaron además los hits “Vete”, “Yo Perreo Sola”, “Safaera”, además no faltaron los éxitos mundiales “Titi Me Preguntó”, “DAKITI”, “Yonaguni”, “Callaíta”, “Un verano sin ti” y “Ojitos Lindos”, haciendo parte a una decena de fans que subieron al escenario convirtiendo la tarima en una playa, para ese entonces la fiesta era total.
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