“La verdad, tres años tardaron en convencerme de hacer el documental, yo no quería hacerlo, pero hubo una necesidad de contar lo que pasó, que no sé si se logró. Me parece que es bastante imperfecto en mostrar la realidad. Evidentemente está hecho con una intención comercial, por lo que deja un montón de incógnitas sin resolver de las que no estoy de acuerdo”, criticó en charla con Pablo Duggan, quien también forma parte de la serie.
En esta línea, manifestó que “el documental explica que el certificado de defunción fue trucho, pero no que había uno en Quilmes y otro en San Antonio de Areco", como así tampoco que “el domicilio que figuraba" en ese documento “era otro porque en ese momento se usaba ese mecanismo para evitar el traslado de provincia a la Capital Federal”, lo que representaba "un trámite menos que tenían que hacer las funerarias”.
“Yo saqué un libro con la otra parte de la causa, que es lo que yo sentí durante todo el proceso. Ahí explico los sentimientos que fui teniendo, las broncas. Tenés que aprender a convivir, a salir a la calle siendo un acusado”, señaló.
Por otra parte, el hombre habló de cómo siguió su vida tras el crimen de su pareja: “Por supuesto que la extraño muchísimo en muchos momentos de mi vida. A veces pienso qué me hubiera dicho María, me hubiera retado, me hubiera aplaudido…”, se preguntó.
Finalmente, Carrascosa opinó que el fiscal de la causa, Diego Molina Pico, “es el principal culpable de que no se sepa” quién fue el autor del asesinato porque “si hubiera empezado a variar las líneas de investigación, seguramente se hubiera llegado a otro destino”. “Hubo presiones políticas, cuestiones de soberbia”, cerró.
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