-Tenés una trayectoria variada, no solo por el tipo de contenidos que hiciste, sino también por los roles que has ejercido. ¿En qué te ha aportado trabajar en diferentes áreas del proceso creativo audiovisual?
La productora y filmmaker habla sobre su trayectoria en el mundo audiovisual y de lo que se viene en cine.
-Tenés una trayectoria variada, no solo por el tipo de contenidos que hiciste, sino también por los roles que has ejercido. ¿En qué te ha aportado trabajar en diferentes áreas del proceso creativo audiovisual?
Producir me llevó a entender de todas las áreas, y bueno… curiosa como soy, siempre quiero saber un poco más. Creo que hay muchas partes creativas que se limitan, si uno no tiene idea del conocimiento general de cómo llevarlo adelante. Los productores oficiamos de puente para la historia o marca que quiera llevarse a la pantalla. La versatilidad de el que resuelve en varias áreas creo que hoy es lo que te hace destacar. Todos tenemos el mismo fin, lograr el mejor resultado posible. Personalmente, me encanta filmar entrevistas; recién terminamos el proceso de grabación de un largo documental con Clara Touris que se llama “Pequeño hombre en llamas”, donde entrevistamos a músicos icónicos uruguayos como Pedro Dalton, Ernesto Tavares, etc. Son master classes privadas en set y vos sos de las primeras personas en recibir el conocimiento. Este es uno de los que más me ha retribuido personalmente; aparte de las entrevistas, nos cedieron un material de archivo que vale oro, un legado audiovisual inédito de Uruguay en la época de los 80’. Estamos muy orgullosas.
-Hace unos años, trabajar en el rubro audiovisual en Uruguay era más complejo. Recientemente se ha dado una apertura. ¿Cómo lo viviste vos y qué oportunidades recibiste?
Ha cambiado muchísimo en estos años. Si bien estudié Cine, me estoy abriendo hace un tiempo, a otro tipo de audiovisual más allá del cine tradicional. Hay un nuevo sistema de globalización y un nuevo espacio para investigar que es la colaboración con marcas, videoclips, publicidad, cortometrajes, y la marca personal. Creo que hay un montón de estructuras alternativas y eso le abre la puerta a los freelancers para incursionar en diferentes nichos. Eso, en parte, le ha permitido a Uruguay tener cada vez más personas trabajando en el medio.
-¿Cuáles son los trabajos que te hacen sentir más orgullosa?
Es difícil tener un favorito. Este año estuve trabajando mucho con Diego Weisz, un colega del audiovisual con quien logramos una fusión creativa. Hicimos una campaña para Corona increible. Fue un desafío gigante, tuvo mucha repercusión en todo el mundo. El audiovisual es un arte super colectivo, los trabajos que más disfruto tal vez no son por su importancia, sino por el equipo que se forma para llevarlo adelante. Uno de los trabajos que más disfruto es el trabajo en equipo. Recuerdo especialmente el corto Lo que queda para mañana, de Federico Casal, donde la colaboración fue fundamental.
Otro, por ejemplo, fue hace un par de años que realicé la producción para el cortometraje Matagatos, de Ramiro Firme y Santiago Musetti, ganó muchos premios alrededor del mundo y se armó una linda ruta de festivales. Hoy en día estoy trabajando ya en etapa de post producción un cortometraje de amor “Efímero” junto con Bruno Rosso director. Ahí tomé el rol de producción y lo estoy montando junto con él. Este proyecto tiene un valor muy personal para mí, ya que explora una historia de amor efímera pero profunda.
-Al respecto de los festivales, ¿cómo es animarse a mandar un trabajo tuyo? ¿Qué has obtenido de tu participación en ellos?
El “no” ya lo tenés, para todo en la vida. Mandar un trabajo a un festival es animarse a abrir esa puerta, aunque no sepas qué hay del otro lado…y…es el primer paso que todos necesitamos, simplemente decir: “voy”. Después todo empieza a moverse. Si hacés tu trabajo con amor, con disciplina y en equipo, podés llegar muy lejos, no solo a festivales de Uruguay, sino también de la región y del mundo. Muchas veces creemos que es un proceso complicado, pero la verdad es que ni siquiera me moví de mi casa: preparé bien el material, entré a la web del festival y llené el formulario. A veces el miedo no es a que te digan que no, sino a que te digan que sí. Y eso es lo que más nos frena.