Juana Repetto finalmente se mudó a su nueva casa después de más de un año de obra. El proyecto lo había comenzado con Sebastián Graviotto, pero tras la separación, decidió continuar sola con la construcción.
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A través de sus historias de Instagram, Juana Repetto reveló el problema que descubrió en su nueva casa.
Juana Repetto finalmente se mudó a su nueva casa después de más de un año de obra. El proyecto lo había comenzado con Sebastián Graviotto, pero tras la separación, decidió continuar sola con la construcción.
Recientemente, la influencer les contó a sus seguidores que, aunque la casa aún no está terminada, tomó la decisión de instalarse allí junto a sus hijos, Toribio y Belisario.
Ahora, desde sus historias de Instagram, Repetto mostró algunos de los inconvenientes que surgieron en su flamante vivienda, dejando en claro que no todo es perfecto.
“No todo es color de rosa, no se estaría yendo el agua de la ducha. Se puso negra la pastina también acabo de notar y el baño de los chicos pierde agua. Podría seguir, jaja, pero estamos bien”, reveló.
Juana Repetto generó una fuerte repercusión en redes sociales tras publicar un contundente descargo contra el colegio privado al que asisten sus hijos. Con un tono directo y visiblemente molesta, denunció reiterados robos de pertenencias personales que los niños llevan a la institución, desde camperas hasta botellas de agua de marca.
“Colegios privados, caretas. Te chorean. Le llevás una botellita de marca y no vuelve. Le mandás una pedorra y la tienen todo el año”, expresó, visiblemente molesta. "Todo tiene nombre y igual desaparece", agregó.
La actriz explicó que, a pesar de que todo lo que llevan sus hijos está correctamente identificado, las pérdidas son constantes: “Le cosés el nombrecito, todo bien marcado, y aún así desaparece. El polar, la campera, la botellita. Todo”.
Además, Juana fue más allá y describió una actitud que, según ella, está naturalizada dentro del ámbito escolar: "Escuchado decir ‘perdés el buzo, andá y agarrate otro de otro pibe’. ¿Cómo? ¿Perdón?”. "Una botellita cheta, desaparecida. Una medio pelo, esa sobrevive años", sumó.
En su relato, no solo mostró indignación por la falta de control del colegio ante estos episodios, sino que también ironizó sobre el destino de los objetos perdidos: “Mandás una marca chorga y la tenés desde primer grado. Mandás una Stanley o algo más caro, no vuelve ni en sueños. Magia”.
Este planteo de Repetto expone una problemática que, aunque parezca menor, refleja una falta de organización y supervisión dentro de las instituciones educativas. En redes sociales, muchos usuarios comenzaron a cuestionar el valor de las cuotas escolares frente a la ausencia de respuestas ante estas situaciones: “Pagamos una fortuna y no hay nadie que supervise qué entra y qué sale”.