En 2018, cuando tenía 19 años, Nahir Galarza fue condenada a 35 años de prisión por el asesinato de quien fuera su novio, Fernando Pastorizzo. Actualmente, la joven está detenida en la Unidad Penal Femenina 6 Concepción Arenal.
Nahir Galarza se encuentra detenida en Paraná luego de haber sido condenada a 35 años de prisión por el asesinato de Fernando Pastorizzo.
En 2018, cuando tenía 19 años, Nahir Galarza fue condenada a 35 años de prisión por el asesinato de quien fuera su novio, Fernando Pastorizzo. Actualmente, la joven está detenida en la Unidad Penal Femenina 6 Concepción Arenal.
Según contaron en Socios del espectáculo (El Trece), su caso volvió a tomar resonancia por la película basada en su historia, protagonizada por Valentina Zenere. Además, hay un documental, en el cual ella muestra cómo es su vida en el penal y asegura que es inocente.
En esa producción hablan los padres de la joven, su abogado, José Ostolaza, Jorge Zonzini, sus amigos y la mamá de Fernando Pastorizzo, indicaron en el ciclo de Rodrigo Lussich y Adrián Pallares.
En el programa de El Trece compartieron al aire una entrevista que Gente realizó al letrado que representa a Galazar, quien dio detalles del presente de su defendida.
“Ella concurre al médico, al psicólogo y cumple un horario de trabajo. Ahora está en la panadería del penal”, precisó.
La joven empezó varios cursos y conoció a un recluso de la Unidad de Varones 1 Juan José O’Connor. "Nahir también está estudiando programación y computación. En este momento inició una relación con un chico que está detenido en el penal número 1 de Paraná”, contó Ostolaza.
En una trama digna de novela, Nahir Galarza, la joven de 26 años que cumple una condena de 35 años por el asesinato de Fernando Pastorizzo, ha encontrado el amor en un lugar insólito: la cárcel.
Hace casi seis años que Nahir está detenida en la Unidad Penal Femenina 6 Concepción Arenal, pero su presente se ha visto revitalizado por la presencia de dos personas clave en su vida. Una de ellas, de manera particular, es un nuevo amor. Su abogado, José Ostolaza, confirma que Galarza está en condiciones de solicitar un traslado para poder ver a su novio, un recluso de la Unidad de Varones 1 Juan José O’Connor, situada a pocos metros de la suya.
Su historia de amor comenzó en un entorno poco convencional: las clases de Programación Informática que ofrece la Universidad Autónoma de Entre Ríos (UADER) dentro de la prisión. “Se llama Ayala. Se conocieron porque comparten las clases juntos”, revela un guardiacárcel que prefiere mantenerse en el anonimato. “Cuando ella se cruza para acá charlan y toman mate juntos”.
La relación es conocida dentro de la prisión y entre los vecinos de la zona, que ven con frecuencia a Nahir trasladándose junto a otras internas. “Es una relación”, confirma Ostolaza, y añade que para que puedan verse fuera del contexto de las clases, se requiere una autorización judicial que permita lo que se conoce como visita higiénica. Este procedimiento implica una serie de estudios médicos y evaluaciones psicológicas para asegurar que ambos están en condiciones de tener contacto.