Américo, el rey de la cumbia, tuvo una noche histórica en el Teatro Opera el viernes 23 de mayo y conquistó Buenos Aires con un repertorio plagado de hits donde celebró los 15 años de “A morir”, uno de sus discos más emblemáticos.
El cantante Américo celebró los 15 años de A morir, su disco más emblemático, y reunió a importantes figuras de la movida tropical en una noche soñada en el Teatro Opera.
Américo, el rey de la cumbia, tuvo una noche histórica en el Teatro Opera el viernes 23 de mayo y conquistó Buenos Aires con un repertorio plagado de hits donde celebró los 15 años de “A morir”, uno de sus discos más emblemáticos.
El show contó con importantes colaboraciones de grandes artistas como Angela Leiva, Daniel Agostini, Ariel Pucheta, Valentino Merlo y Valeska.
Américo con su banda transformaron el Opera en una gigantesca pista de baile, a través de un show inolvidable en el que repasó los himnos que marcaron 15 años de A morir y siguen encendiendo almas argentinas.
Desde que sonaron los primeros acordes de “Te vas”, el teatro explotó en un ritual colectivo de euforia, donde miles de personas se entregaron a la fiesta. No hubo pausas, no hubo tregua.
Con una seguidilla de clásicos demoledores como “Embrujo”, “Una cerveza” y “Que levanten la mano”, quedó claro que no era solo un concierto: era una celebración de la música, del ritmo, de la vida.
Américo, acompañado por una banda impecable y vocalistas que brillaron con luz propia, desplegó toda su artillería de grandes hits. Lo secundaron músicos de enorme talento.
Cada canción brindó una ola de recuerdos y energía: como los mix de Selena, “un mix folklorico”, en un tramo dedicado a sus colaboraciones que desató la locura de toda la audiencia.
Como en toda celebración, grandes artistas invitados como Angela Leiva, Daniel Agostini, Ariel Pucheta, Valentino Merlo y Valeska se sumaron a la fiesta.
También hubo lugar para himnos tropicales que Américo produjo y que son parte del ADN musical de nuestro tiempo: La emoción creció con cada tema.
El público cantó, bailó y se abrazó. Cuando llegó el cierre con “Te vas”, el Opera fue un solo latido, una sola voz. Américo no vino a mirar hacia atrás.
Vino a recordarnos que la música que hizo historia sigue viva, vibrante, actual. Y si hay algo que nos une, que nos enciende y nos libera, es el poder de una buena canción. Buenos Aires fue parte de una fiesta irrepetible que será difícil de olvidar.