Este domingo, Santi Maratea hizo un durísimo descargo en sus historias de Instagram y denunció que el año pasado fue víctima de una operación mediática.
Desde sus redes sociales, el influencer Santi Maratea denunció que sufrió operación mediática, y fulminó al periodista Diego Brancatelli.
Este domingo, Santi Maratea hizo un durísimo descargo en sus historias de Instagram y denunció que el año pasado fue víctima de una operación mediática.
En su primera historia, Maratea comenzó diciendo: "Voy a responder un poco a estos mensajes que me están llegando. ¿Tienen un par de correas? Porque estoy por sacar a pasear a estos pelot... que tuitean esto. Hay gente que salta y me dice' ¿Maratea, por qué no juntás guita para los comedores?, ¿Maratea, por qué no apagás los incendios?, ¿Maratea, por qué no le das guita a los jubilados?'. Pero qué te pensás que soy yo, boludo. No soy Batman. Soy un tipo con buenas intenciones y un poco de ansiedad, nada más que eso".
"No pueden saltar con cualquier problema que haya en el país, ¿dónde está Maratea? No podés exigirme a mí que haga todo. Muchas de las personas que me están apurando por tuiter con '¿dónde está Maratea ahora?', son kirchneristas. ¿Querés que te diga qué tiene que ver? Amigo, si vos sos kirchnerista no podés correrme con eso porque uno de los principales motivos por el que desaparecí un poco de las redes sociales y los medios, es porque la opereta mediática que hubo en mi contra el año pasado fue terrible, me quemó la cabeza", aseguró el influencer.
Y lanzó: "Lo que hicieron conmigo fue terrible. Periodistas como (Diego) Brancatelli, medios como C5N, toda gente que estaba bancada con plata del Gobierno. Para instalar mentiras. Y después lo veías a Brancatelli que fue a Dubai, a Qatar, a París, a Nueva York... parecía Tini el gordo ese viajando. ¿Con qué plata? Con plata del Estado, que la usaban en operar en contra de personas, en instalar mentiras. Como por ejemplo, la mentira que instalaron que la colecta para Independiente era en realidad para bancar la campaña presidencial de Patricia Bullrich".
"¿Con qué cara me van a decir dónde estoy ahora? Estoy recuperándome del estrés que me generó la opereta mediática e institucional que hizo el kirchnerismo contra mi persona, con plata del estado", expresó.
"El año pasado, en una misma semana, me llegó una intimación de AFIP, de AGIP, de IGJ y una denuncia penal en Comodoro Py. Todo quedó en la nada porque no encontraron nada y está todo en regla. No me pueden correr por ningún lado. Vayan a correr a los periodistas de C5N que viven en barrios cerrados, viajan por el mundo y tiene autazos... no sabemos con qué plata", disparó.
Hace pocas semanas, Rafael, el papá de Santi Maratea, contó a través de sus redes sociales que está luchando contra un cáncer por tercera vez en su vida y confió cómo transita semejante golpe físico y emocional.
En tanto, en diálogo con Clarín, el coach especialista en liderazgo empresarial de 61 años repasó su larga batalla desde la juventud. En 1994 le apareció en linfoma de Hodgkin que lo tuvo dos años con quimioterapia y rayos hasta que logró revertirlo. En 2012 batalló contra un cáncer de tiroides, que fue mucho más leve. En tanto, explicó que hace tres meses le apareció un cáncer de pulmón con metástasis en vertebras y cadera.
"En el primer cáncer me encontré desorientado, tenía 32 años, mis hijos chiquitos, tenía tristeza, angustia, esa fue mi sensación decir: '¡Pará! No empecé a vivir y ya me estoy muriendo'. Porque el cáncer se asocia directamente a la muerte. No hay un término medio. El segundo cáncer me agarra enojado. La pregunta fue: '¿Otra vez?'. Y este, paradójicamente, me agarra en paz", confío con valiente entereza.
Así, mientras confesó con una extraordinaria hidalguía: “Yo no puedo controlar mi destino. Me pongo en manos del universo y si me tengo que ir, habrá llegado mi hora. Lo tomo hasta con alegría”, lo cierto es que hace dos días comenzó nuevamente con la quimioterapia, tomándolo asombrosamente con la mejor de las predisposiciones. Tan es así que hasta compartió parte del comienzo de la sesión cantando mientras corría la medicación por sus venas.