Para mí fue un camino de años. De desenredar mi miedo. De tirarme a la pileta todavía enganchada a él y poder flotar, nadar.... La pileta se convierte en mar y logro volver a la orilla sana y salva. Y con la alegría de la familia propia. Pero no fue fácil. Nada fácil.
Con la cabeza (y la parte insegura, la del miedo, la inestable internamente) sentía q no iba a ser nunca madre, q iba a estancarme, q iba a ser hija e inmadura toda la vida, egoísta, q me iba a arrepentir y eso iba a hacerme sentir opaca y aburrida y q mi matrimonio iba a terminar.
En mis sesiones de terapia siempre volvía sobre lo mismo. Sentía q me estancaba... Q daba vueltas en círculos... pero no... Estaba avanzando. Encontrando mi manera de perder el miedo. "La acción mata al miedo" dicen. Me lo escribí bien grande en un papel y me lo puse bien a la vista para q me entre en la cabeza. Para convencerme. La acción mata al miedo.... La acción...
'Si no queres tener hijos te banco a morir, pero si no los tenes x miedo, te mato.' 'Dejate de cuidar y basta. Dejate de joder. Tirate a la pileta. La vida es eso'.
Soy muy felíz. Realmente muy feliz. Feliz de haber dejado q el amor y cuidado de mi compañero me diera el coraje para llevar adelante 'el hermoso acto de inconsciencia de tener un hijo'. Para tirarme al agua con miedo y enamorada. Con miedo pero llena de Fé.