Y amplió sobre el embarazo del hijo que tiene con Eduardo Cruz: “A los tres meses y medio me llamó un genetista para hacerme un estudio de rutina que es como un screening genético. En resumen, me explicaron que yo era portadora de dos mutaciones genéticas que estaban inactivas en mí, pero que en mi bebé podían estar activas y eran muy graves".
"Si continuaba con el embarazo tenían que hacerle un estudio a Eduardo, porque si él tenía una de las dos mutaciones, mi bebé tenía un 25 por ciento de posibilidades de tenerlas activas, y si las tenía activas tenía muy pocas chances de sobrevivir”, relató conmovida la actriz.
Y explicó: “Tuvimos que esperar un mes y medio, porque los estudios no llegaban, hasta que nos den la respuesta de si Eduardo las tenía o no”.
“Soy muy miedosa, cautelosa con la salud. Mi primo de mi misma edad tiene parálisis cerebral severa, y las enfermedades siempre me fueron cercanas y fui muy cautelosa”, afirmó Eva.
Y precisó: “Fue un momento muy duro y una de las pruebas más grandes de mi vida. Fue un parto divino, de cuatro minutos y medio de pujar".