En la gala donde Thiago Medina quedó eliminado del reality Gran Hermano 2022 por decisión del público en una definición con Agustín Guardis, se vio en la previa una tensa charla entre Romina Uhrig y Daniela Celis.
En la gala donde Thiago Medina quedó eliminado del reality Gran Hermano 2022 por decisión del público en una definición con Agustín Guardis, se vio en la previa una tensa charla entre Romina Uhrig y Daniela Celis.
La ex diputada fue directo a hablarle a Daniela por una actitud que no le gustó y se lo dijo en la cara: “A ella (por Julieta Poggio) le dijiste que lo votaste a Thiago y a mí me dijiste que no. A mí me dijiste una cosa y a ella, otra. Eso nos genera desconfianza. A alguna de las dos nos mentiste”.
“No lo puedo decir. Es un tema de Thiago y mío”, alcanzó a decir Daniela sorprendida por lo que le dijo su compañera. “Le mentís a ella y me mentís a mí. Nosotras nunca te mentimos. No está bueno que mientas porque quiere decir que no confiás en nosotras”, le remarcó Romina.
Y Daniela se defendió: “Jamás les voy a ir por atrás”. Y ahí Romina fue contundente: “Dani, sos muy mentirosa. Perdón que te lo diga, sos muy mentirosa y la otra vez hiciste lo mismo”.
“¿Pero por qué no confías en mí?”, insistió Romina con Julieta también presente en la conversación pero en silencio y sin intervenir.
El fin de semana se vivió un hecho desagradable en la casa de Gran Hermano 2022. Las chicas estaban limpiando la cocina cuando La Tora encontró un "regalito" en un almohadón en una de las sillas del desayunador.
"¡Eso es caca!", exclamó Lucila Villar, indignada con lo que estaban viendo sus ojos. "¡Es un asco! ¡Alguien que huela! ¿Quién se sentó acá?", siguió la rubia, horrorizada.
La Tora salió al jardín, con el almohadón en la mano, e increpó a los chicos. "¿Me pueden prestar un minuto de atención? En la silla hay un pedazo de mierda. ¡Esto es caca!", dijo la joven.
La cosa no terminó ahí. Lucila informó a todos lo que había ocurrido. "A ver los culos de todos...", pidió la rubia, mientras iba por las habitaciones alertando a sus compañeros del tremendo "regalito".
La situación revolucionó la casa, pero nadie se hizo cargo del accidente escatológico.