En la casa de Gran Hermano, Sabrina Cortez y Alan Simone hicieron match enseguida. Durante el tiempo que estuvieron en el juego, la mendocina y el joven de Chivilcoy se mostraron cómplices frente a las cámaras.
Se conoció una foto de Sabrina y Alan juntos en la fiesta Bresh, que realimentan las versiones de romance de los ex Gran Hermano.
En la casa de Gran Hermano, Sabrina Cortez y Alan Simone hicieron match enseguida. Durante el tiempo que estuvieron en el juego, la mendocina y el joven de Chivilcoy se mostraron cómplices frente a las cámaras.
Aunque en el reality ponían frenos a la relación, ahora -que ambos están afuera- parece que el vínculo sigue más vivo que nunca. En las últimas horas se conoció que estuvieron en la fiesta Bresh y se los vio felices.
Para su look, ella optó por lucir un vestido negro brilloso con transparencias de manga corta con una musculosa del mismo tono debajo de la prenda, la cual combinó con un pequeño bolso rectangular. Él, en tanto, decidió usar una remera blanca de manga corta oversize con la leyenda “Endovant Future Nostalgic” en uno de los extremos superiores.
En Gran Hermano, Sabrina no quería avanzar con Alan porque ella estaba en pareja con Brian Fernández, aunque el noviazgo estaba en la cuerda floja. Al abandonar el juego, la rubia terminó de distanciarse de su pareja y se acercó más a su ex compañero de convivencia.
“Yo ya lo dije, a mi me atraía mucho que una persona se preocupara por mí. Él me daba mucha atención, me buscaba, preparaba el mate, nos moríamos de risa. Una persona que para mí era magnética. Él me la hacía pasar muy bien”, reconoció la mendocina al ser consultada por Santiago del Moro sobre el muchacho de Chivilcoy.
Un hecho insólito ocurrió en las últimas horas en la casa de Gran Hermano, en medio de la prueba del líder. Virginia Demo decidió abandonar la competencia por un motivo escatológico.
"Gran Hermano, tengo que abandonar porque me estoy haciendo ca... ¿Me abren la puerta? ¡Lo lamento!", exclamó la rubia, que permaneció más de una hora en el juego.
¿En qué consistía la prueba? Los chicos tenían que tapar con un dedo la punta de un embudo para mantener un gran cantidad de líquido en el interior de un cilindro.
El desafío exigía mucha paciencia y fuerza de brazos para resistir durante muchas horas. Finalmente, Agostina fue la ganadora y tendrá el poder -en una semana marcada por su pelea con furia- de salvar a uno de sus compañeros.