Este domingo, Gerardo Romano sorprendió con un comunicado en sus redes sociales, donde anunciaba que por problemas de salud suspendía la función de su obra Un judío común y corriente.
Este domingo, Gerardo Romano sorprendió con un comunicado en sus redes sociales, donde anunciaba que por problemas de salud suspendía la función de su obra Un judío común y corriente.
“Pido disculpas a los espectadores de hoy, pocas veces lamenté tanto cancelar una función, pero debido a cuestiones médicas estoy internado y no podré hacer Un judío común y corriente. Los abrazo”, se lee en el comunicado que publicó en Instagram.
El posteo no pasó inadvertido entre los usuarios que se mostraron preocupados, quisieron saber qué le pasaba y le desearon una pronta recuperación. Sin embargo, él prefirió no dar más detalles.
Si bien en un primer momento dijo que estaría unos días internado, en diálogo con PrimiciasYa Romano aseguró que recibirá el alta este mismo lunes.
"Estoy bien, gracias por la preocupación. Han siso muy amables todos. Ahora sigo internado pero me están por dar el alta luego. Igual sigo atento a la situación. Después podré hablar de lo que quieran", señaló el actor sin dar más información sobre qué le sucede.
Este lunes, al aire en Mañanísima, el programa de Carmen Barbieri en Ciudad Magazine, Gerardo Romano habló de un hecho traumático de su niñez. "Fui abusado a los 12 años", afirmó el reconocido actor.
“No lo conté en su momento siendo chico, pero hace unos años lo conté, me curé, y puedo hablar de todo sin problemas”, siguió, en una profunda charla con la ex vedette.
Romano indicó que, después de un largo tiempo, pudo superar ese duro tramo de su vida. “Hice un proceso de deconstrucción, una palabra que inventó un filósofo francés, en la que habla de que todo lo que va conformando nuestra personalidad. Después, se puede hacer el desmontaje de por qué somos como somos, por qué nos manejamos como nos manejamos”, añadió.
El actor remarcó la importancia de la educación sexual en los chicos: "Hay que educar y aleccionar a los chicos, no tener una cuestión oscura, impenetrable. El cuerpo es algo prohibido, un tabú, no se puede tocar, todo es pecado. Y entonces uno queda envuelto en un mar de dudas cuando podría tener las respuestas antes, y cuando llega el momento no deseado, con un abusador, saber dónde está parado, qué está bien y qué está mal, y cómo reaccionar”.
En medio de la entrevista, Estefi Berardi le preguntó si le había contado esto a un familiar y Romano aclaró: “No me acuerdo. No creo haberlo contado. Cuando estaba en condiciones de contarlo, ya no me importaba, ya era un adulto”.
Casi al final de la nota, el actor narró cómo fue que su victimario lo abordó. "Yo era chiquito. Me fue a buscar al colegio. Salí con un amiguito que se llamaba Marcelo; miré y estaba en la vereda de enfrente. Me saludó con una inclinación de cabeza sutil y empecé a caminar y me empezó a seguir. En esa época tomaba el trolebús para ir hasta Santa Fe y Austria. Tendría 12 o 13 años”, sostuvo.
Por último, Romano precisó que, al día siguiente, vivió una situación similar. “Caminaba a toda velocidad para escaparme, para que me perdiera de vista. Hasta que empiezo a transpirar, agitarme, asustarme, me doy vuelta y veo que viene a 20 o 30 metros con una sonrisa macabra”, concluyó.