El proyecto nació de la unión de Biotecnología y Diseño Audiovisual (imagen y sonido) de la Universidad Argentina de la Empresa. La idea nace con la premisa de saber si ciertos microorganismos como las bacterias y hongos podrían interactuar e intervenir diseños artísticos y el resultado fue una película que sorprende y que tiene como narradora de una invasión extraterrestre a Natalia Oreiro.