Myriam Alejandra Bianchi, quien luego se hizo conocer al país como Gilda, creció en el barrio de Villa Devoto.
Se recibió de maestra jardinera y comenzó a trabajar con su mamá Tita en el jardín familiar.
De Myriam, luego de una serie de presentaciones entre conocidos a puro canto y bailo, nació el mito de Gilda.