El domingo, Evangelina Anderson estuvo en el estadio Más Monumental una vez más alentando de cerca a River, el equipo que dirige su marido Martín Demichelis, y en un partido muy especial por ser victoria en el clásico ante Boca.
El domingo, Evangelina Anderson estuvo en el estadio Más Monumental una vez más alentando de cerca a River, el equipo que dirige su marido Martín Demichelis, y en un partido muy especial por ser victoria en el clásico ante Boca.
Desde su cuenta de Instagram, la modelo fue compartiendo distintas postales desde la platea. "En el Monumental con mis cuñas", reflejó en una historia. Y en otra imagen comentó: "Mamá y papá".
Lo cierto es que en medio del clima de total felicidad por la victoria sobre el final del conjunto millonario, Evangelina mostró el video del festejo de su hija Emma a puro baile.
"Vamos River de mi vida", expresó en el posteo la rubia donde se ve a la pequeña cantar la canción de River basada en el hit mundialista para apoyar a La Scaloneta en Qatar, "Muchachos...".
El equipo de Martín Demichelis le ganó al Xeneize por 1 a 0 en un final escandaloso con un polémico penal que convirtió Miguel Borja y después se generó un gran tumulto entre los jugadores.
Evangelina mostró con mucha alegría el festejo de su hija Emma por la nueva victoria de River en el torneo local, donde va puntero, y esta vez ante el clásico rival.
Después de 15 años viviendo en Europa, Evangelina Anderson y Martín Demichelis regresaron a Buenos Aires. La decisión tuvo que ver con la oferta que recibió el ex jugador para dirigir a River Plate.
La mudanza demoró un tiempo y varios viajes. La modelo fue la encargada de organizar el traslado de todos las pertenencias desde Alemania hasta la Argentina.
Recién ahora, Evangelina y Martín están totalmente instalados en su nuevo hogar junto a sus hijos. En un momento de relax, Evangelina aprovechó para recorrer el barrio de Villa Devoto, donde se crio.
En su cuenta de Instagram, la rubia compartió imágenes de algunos lugares emblemáticos de esa zona de la Ciudad.
"La felicidad que me da volver a caminar por la plaza de mi barrio, el me vio nacer y crecer. Acá aprendí a andar en bici, moría por la calesita de don Tito, las hamacas y miles de recuerdos tomando mate con mis compañeros de secundaria", expresó.
"Cuántas veces visite la biblioteca de Devoto resumiendo libros!!!! (No había Google en ese entonces) Me encontré con un montón de vecinos y conocidos que hacía años no veía. Los que conocen la Plaza Arenales o “Plaza de Devoto” sabrán muy bien cuál es la más bella de toda", finalizó, emocionada.