"No es una sensación la inseguridad. Nos tocó a Mercedes y a mí. Casa de amigo en el centro porteño. Como si nada, tres tipos armados ingresan a la vivienda rompiendo todo. Éramos cinco personas cenando. Nos ataron, nos tuvieron de rehenes mientras revisaban la casa. Nos amenazaban con matarnos poniendo las armas en nuestras caras y con secuestrarnos si no aparecía un botín que los satisfaga.
Después de algunos golpes y de 30 segundos que se nos hicieron eternos, se escuchó una sirena en la calle. Milagrosamente alguien los vio entrar. Huyeron. Gran despliegue policial. Nunca los atraparon. Seguramente a muchos de ustedes les ha pasado algo parecido. La sensación de que tu vida y la de la persona que más amás, que está atada al lado tuyo están en manos de unos fulanos violentos y sacados es imposible poner en palabras. ¿Hasta cuándo país? ¿Hasta cuándo Argentina?", escribió el periodista en la red social.