“Tengo que hacerme diálisis tres veces por semana. Para entrar en la lista de espera para un trasplante de riñón, antes tengo que vencer una bacteria que está dando vueltas por mi cuerpo. Tengo que pensarlo como un paso a paso... Si pienso en todo lo que tengo que encarar, me agarra una ansiedad bárbara", reveló la actriz.
Y continuo: "Por eso, lo que vivo y lo que comparto con gente que está en la misma es que hay que vivirlo día a día. ¿Cómo me levanté hoy? ¿Estoy dolorida? Hay que aprender a escuchar al cuerpo. ¿Necesito quedarme descansando? Ok, me quedo. Otro día me levanto sin dolores y lo aprovecho al máximo, visito amigos, hago todo lo que me hace bien”.
“El miedo lo enfrento con amor. Con amor a mí misma y haciendo todo lo que la vida me propone hoy. En ese sentido estoy tranquila, porque soy una buena paciente, quiero estar bien y quiero seguir viviendo. Después, me nutro del amor de los amigos y de la familia. Eso es clave; tener tu grupo de contención", explicó Silvina Luna.
"También aprendí a pedir. Yo era muy omnipotente, por ahí me tenía que internar y lo hacía sin decirle a nadie; pero en esta última etapa en la que empecé con diálisis y necesitaba esa contención, empecé a hablar, a pedir ayuda”, siguió profunda.
“Me emociona la cantidad de mensajes que recibo de gente ofreciéndose a acompañarme, aunque no me conoce; o de gente que me recomienda médicos o terapias... ¡No sabés las palabras lindas que me dedican! Y eso llega de alguna manera u otra”, remarcó.
Y añadió: "También es increíble la cantidad de personas que se ofrecen a donar sus órganos altruistamente. No solo directamente a mí... ‘Tengo la necesidad de ayudar a alguna otra persona’, me dicen. Lo que pasa es que se habla muy poco sobre esto... Primero hay que saber que podemos vivir con un solo riñón".
"Para ser trasplantado, antes te hacen todo tipo de estudios, y lo mismo ocurre con la persona que se ofrece como donante. Y si hay alguna posibilidad de que alguno tenga problemas más adelante o de que el procedimiento puede poner en riesgo su salud, no lo van a hacer. Lo que ocurrió con Jorge Lanata, por ejemplo, es que su exmujer, Sara Stewart Brown, donó un riñón, pero no era compatible. Entonces, se hizo una donación cruzada”, explicó.
Y cerró: “Familiares míos se ofrecieron a donarme un riñón... Todavía falta y no me quiero adelantar. Primero tengo que estar en la lista del Incucai. Una de las personas que se ofreció fue mi hermano, pero a mí todavía me da cosa hablarlo... Yo sé que él está ahí, pero todo depende de muchas cosas y quiero ir paso a paso”.
Jorge Lanata le envió un mensaje muy especial a Silvina Luna, que espera un trasplante de riñón: "La tiene que pelear"
Silvina Luna conmovió a todos en su visita al programa LAM, América Tv, al quebrarse en vivo al relatar su dramático estado de salud, haciéndose diálisis tres veces por semana y ya sabe que tendrá que trasplantarse el riñón en un futuro.
Lo cierto es que el miércoles, Jorge Lanata habló en el ciclo que conduce Ángel de Brito y contó su experiencia con el trasplante de riñón en 2015, que fue el primer trasplante renal cruzado de Latinoamérica.
“Nosotros fuimos el primer caso en América Latina de trasplante cruzado. La historia es así. Había una señora con su hijo de 20 años y la señora tenía 50. Y estábamos Sara Stewart Brown (su ex esposa) y yo. Sara era más compatible con el hijo de la señora que la madre", explicó el periodista de 62 años.
Y recordó: “Agarró y le dio un riñón al hijo, y yo era compatible con la madre. Es decir, la madre de este chico me dio su riñón a mí. Un sábado se abrieron cuatro quirófanos. ¿Qué pasó después? Mira, si vos te cuidas, seguís viviendo normal”.
“No te podes deprimir porque si te deprimís te entregas. Es al revés, tenés que pelearla más. Yo nunca me deprimí por eso y fue muy fuerte toda la experiencia. Si te pones a pensar, yo tengo un riñón de una mujer adentro mío”, remarcó el conductor sobre la fuerza que hay que tener para llevar adelante el proceso.
Y sobre el caso de Silvina Luna, el periodista le envió un mensaje de puro aliento de cara a lo que viene: “Sabía que fue una estética que salió mal, con un tipo (Aníbal Lotocki) que no entiendo cómo sigue operando. Es cierto que terminar con esto es un garrón pero ¿Qué podría hacer ella si no da la pelea? La tiene que pelear, no le queda otra”.