Este tour de poco más de un año de duración, que comenzó en septiembre de 2024 y tiene fechas confirmadas hasta octubre de 2025, encuentra a Sting nuevamente explotando el formato power trio, que recuerda los gloriosos años de The Police. Lo acompañan en este formato 3.0 dos eximios músicos: Dominic Miller, su guitarrista de los últimos 35 años, y el baterista Chris Maas (Mumford & Sons, Maggie Rogers), y demuestran que cuando las canciones y los músicos son buenos, no hace falta nada más.
Comenzando sin medias tintas, el setlist fue introducido por la tríada de himnos “Message in a Bottle” (The Police, 1979), “If I Ever Lose My Faith In You” (Sting, 1993) y “Englishman in New York” (Sting, 1987), sentando las bases para una exploración de alrededor de dos horas por toda su extensa trayectoria colmada de hits. Cerraron el primer segmento la movida “Every Little Thing She Does is Magic”, “Fields of Gold”, una de las baladas más exitosas del músico, y “Never Coming Home”. El trío volvió a calentar motores con “Synchronicity II”, tras la que llegó el momento de calma con “Mad About You”.
No faltaron canciones de ninguna etapa de The Police, con “Spirits in The Material World”, “Wrapped Around Your Finger”, “Driven to Tears”, “Fortress Around Your Heart”, “Can't Stand Losing You” o “Shape of My Heart”. Entonces llegó el momento de tocar su más reciente lanzamiento “I Wrote Your Name (Upon My Heart)”, de septiembre de 2024, una canción que presentó como “romántica pero rockera” inspirada en la experiencia de las primeras fechas de este tour que tanto está disfrutando.
Para el último segmento, Sting tenía guardada artillería pesada. El público pudo cantar junto al ídolo canciones como “Walking on the Moon”, “So Lonely”, “Desert Rose”, “King of Pain”. Para cuando llegó la despedida tras “Every Breath You Take”, el éxtasis había tomado por completo al estadio.
Ovacionado y visiblemente emocionado por la recibida del público argentino, Sting volvió para los bises donde sonó, al fin, “Roxanne”. La nota de cierre la dio con otro clima, cuando dejó el bajo para tomar la guitarra acústica y regalar una versión de “Fragile”, una balada que terminó de conmover a los presentes. Los más nostálgicos de The Police, que asocian esos hits con sus vivencias en los 80’s, los que aman su faceta solista, los que se jactan de conocer hasta los temas menos conocidos, todos se fueron con una sonrisa de este show pensado y ejecutado para el disfrute del público.