A principios de octubre de 2021, la vida de Eduardo Feinmann cambió por completo con el nacimiento de Esmeralda, su primera hija, fruto de su relación con la abogada Lucía Auat, con quien está en pareja desde 2017.
A principios de octubre de 2021, la vida de Eduardo Feinmann cambió por completo con el nacimiento de Esmeralda, su primera hija, fruto de su relación con la abogada Lucía Auat, con quien está en pareja desde 2017.
En este sentido, en una nota con el ciclo Doble mérito, República Zeta, el conductor habló del vínculo que tiene con su hija y reveló la particular primera notificación que recibió del colegio donde asiste.
“La llegada de mi hija no cambió nuestros horarios. La casa se adaptó un poco a mi, también. Pero lo que pasa es que es una disciplina: levantarse a las 4 de la madrugada es una disciplina, como hacer un deporte. Me acuesto a determinada hora”, precisó el periodista al hablar de su vida diaria entre su rol de padre y el trabajo.
Y remarcó al respecto: “Nunca me duermo después de las 11 de la noche, trato de hacerlo antes... Pasa que termino en la tele 8 y media, hasta que llego a casa, como algo... Y dormir no es apoyar la cabeza y te dormís, es imposible. Está durmiendo bien (Esmeralda), se duerme a las 9 de la noche y se levanta a las 7 y media, es un relojito”.
Y sobre cómo era él de chico, se sinceró: “Me pasaba cuando yo era chico con mis padres. Yo era complicado. Muy complicado. Era complicado. De chico y en la adolescencia también. Era un chico bravo, pero no de pelearme... Siempre los hijos tratan de pelear con los padres”.
Eduardo Feinmann reconoció que su papá le decía que ser periodista era de "vago". “A mi papá no le gustaba nada que yo haya querido ser periodista. Fue un acto de rebeldía seguir lo que él no quería. Él me decía que no es trabajo hablar en una radio, en un canal de televisión. Que eso era ‘de vago’. Después, con el tiempo, me pedía por favor que no trabaje tanto”, recordó el conductor.
Y comentó cuál fue la primera y particular comunicación que recibió del colegio donde va su hija: “Ya llegó la primera comunicación del colegio. Parece que la niña tiene alguna cosa particular: le roba las galletitas a sus compañeros. Es muy chiquita, tiene un año y medio, ni sabe lo que es quedarse con lo de los demás, no tiene ni idea”, dijo entre risas.
Los pesos pesados del periodismo no están exentos a las peleas mediáticas, y eso es lo que sucedió entre Jonatan Viale y Eduardo Feinmann quienes, luego del pase de factura de éste último por haberle, en teoría, bajado invitados de su programa de LN+, se ven envueltos en un escándalo. en A la Tarde, América Tv, si bien no quiso recoger mucho el guante, Viale le respondió, con mucha altura, a su colega Eduardo.
"Yo, lo único que hago todos los días es trabajar, trabajar y trabajar. A Eduardo lo quiero, lo respeto y a mi lo que me enseñó mi viejo todos los días es laburar, humildemente, y nada, admirar a mis maestros. Uno de ellos es Eduardo", dijo el periodista.
"No hay pelea, no inventen nada, está todo bien. No hay número uno, no hay número dos. No me interesa, sólo me interesa que el programa mida bien para que la gente se interese", añadió y no quiso hacer referencia a los trascendidos que indican que el conductor de El noticiero le habría planteado este tema a su productora.
"Puterío, no. No me gusta, yo trabajo todos los días. Me levanto, vengo acá, yo aprendí eso de mi viejo. Nunca van a encontrar de mi faltarle el respeto a nadie, mucho menos a Eduardo", señaló.
Sin embargo, cuando el cronista le consultó sobre la versión que indica que Feinmann dijo que "bajar invitados" es una "costumbre familiar", haciendo referencia Mauro Viale, su padre, que murió en abril de 2021 a los 73 años, Jony fue contundente: "A mi papá no lo toquen".