"Tuvo una puesta en escena de película", define Diego Peretti, quien interpreta al ideólogo, Fernando Araujo.
"¡La combinación de un atraco y una obra de arte!", entiende Winograd, el director. Aquí junto a Rafael Ferro (hace de Alberto de la Torre, quien se ocupó de la toma de rehenes) y Pablo Rago (personifica a Sebastián García Bolster, aparente constructor del túnel de escape).
Avenida del Libertador y Perú, Acasusso, barranca de San Isidro. Allí se perpetró el atraco el 13 de enero de 2006. Sirvió como modelo para el arranque de la filmación.
La producción prepara la bóveda para la escena posterior al hurto, dentro del set erigido en el subsuelo del Banco Nación de Bartolomé Mitre y Reconquista, a metros de la Plaza de Mayo.
La dirección de fotografía recae en el legendario Félix Monti (81), quien formara parte del equipo de La historia oficial y El secreto de sus ojos, los dos largometrajes argentinos que obtuvieron el Oscar. El Chango, además es suegro de Juan José Campanella.
Cavaron un túnel, se subieron a dos gomones y navegaron por las cloacas hasta llegar al Río de la Plata y fugarse en una combi conducida por Julián Zalloechevarría. Una vez que Alicia Di Tullio, la mujer de Beto de la Torre, delatara a su esposo, temerosa de que se fugara con el botín y su amante, comenzó un proceso judicial que a la fecha, entre idas y vueltas, encuentra a los cinco ladrones gozando de plena libertad.
Rafa Ferro y Peretti. "Conversé con Araujo antes de componerlo -explica Diego-. Nos parecemos en las formas y en lo físico. Fue mi segunda experiencia con un personaje real: cuando interpreté a Discepolín fui a 'hablar' con él en el Panteón de Actores de Chacarita. Claro que a la larga uno deja únicamente los rasgos que pueden enriquecer la caracterización", completa.