En tanto, su novio apostó a un estilo más informal y descontracturado: pantalón bordó, remera casual ris con detalles en blanco y amarillo y gorro en composé.
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Quién es Máximo Mazzocco, el novio ambientalista de Liz Solari
Desde hace casi tres años, Liz Solari está en pareja con Máximo Mazzocco, un joven argentino que combina el activismo ambiental con el emprendedurismo sustentable y una profunda vocación por el cuidado del planeta. Juntos forman una dupla que no solo comparte el amor, sino también una manera de ver la vida y de accionar en función de ella.
Su historia comenzó de la forma más simple: se conocieron por casualidad en la calle. Una charla espontánea bastó para que surgiera una conexión genuina, sin pretensiones, basada en intereses comunes como la ecología, el respeto por los animales y la búsqueda de un estilo de vida más consciente. Con el tiempo, esa afinidad se transformó en una relación sólida y natural. Hoy conviven y trabajan codo a codo en distintos proyectos vinculados al medioambiente.
A pesar de sus logros y del interés que despiertan como pareja, Liz y Máximo eligen mantener un perfil bajo. Prefieren la tranquilidad de su vida cotidiana y los momentos lejos del ruido mediático. No suelen aparecer en eventos ni dar notas sobre su vida privada; su prioridad es vivir con propósito y coherencia con sus valores.
Máximo, que hoy tiene 35 años, nació en Buenos Aires y desde muy joven mostró inquietud por comprender y mejorar el mundo que lo rodea. Aunque en un principio se inclinó por Filosofía e Historia en la Universidad del Salvador, su empatía por los seres vivos y la crisis ambiental global lo llevaron a cambiar de rumbo y estudiar Ciencias Ambientales. Su trayectoria académica incluye una Licenciatura en Ciencias Económicas (USAL) y una Maestría en Gestión Ambiental (ITBA).
Liz Solari y Máximo Mazzocco 2024
En mayo de 2008, con apenas 17 años, organizó su primera manifestación frente al Congreso Nacional contra el uso de agrotóxicos, después de descubrir que tenía residuos de estos químicos en su sangre. “Hicimos la gran Greta (Thunberg), pero en ese entonces no nos dio bola nadie”, recuerda con humor.
Hoy es embajador global de la juventud en un programa de Naciones Unidas e integra el Comité Directivo de un Fondo para la Justicia Climática. Considera que lo académico es importante, pero que lo fundamental es pasar a la acción: “Importa prepararse, pero al final del día lo que cuenta es lo que hacés en la práctica”.
Así, mientras muchos hablan de cambiar el mundo, Máximo Mazzocco y Liz Solari intentan hacerlo realidad cada día, viviendo con sencillez, coherencia y un fuerte compromiso con el planeta que los une.