Cuando en el contexto de un juego se trata de cumplir un objetivo o superar un desafío, la condición básica es respetar las reglas. Y según parece, Matías S y Agustín se olvidaron de esta premisa a la hora de encarar una prueba que consistía en pintarles las uñas de una mano a cinco oficinistas en menos de 45 minutos. De este modo, ninguno logró lo que el juego exigía, aunque al final hubo un ganador.