En ese momento, Candalaft avanzó con la lectura del primer punto del acuerdo: “Una vez producido el nacimiento de la criatura, Martín Redrado se hará cargo de la vivienda que habita la madre con la menor hasta los 18 años de vida de la misma, asumiendo el pago de alquiler hasta un monto de 4 mil dólares, más los impuestos, luz y gas”.
Luego, el comunicador continuó con el segundo ítem del escrito: “El punto dos dice: ‘abonará también la educación del menor hasta los 18 años en establecimiento educativo de primer nivel'".
Más adelante, Candalaft se detuvo en una de las cláusulas más controvertidas del acuerdo y explicó: “Ahora viene la famosa cláusula: ‘el señor Martín Redrado abonará lo estipulado en la cláusula uno, siempre y cuando, Luciana no conviva con una pareja’”.
Por último, el periodista hizo referencia al punto cuatro del documento y remarcó su alcance: “Además, Candalaft comentó lo que contiene el punto cuatro del acuerdo de la actriz que hace poco expuso a Redrado: ‘Este convenio no invalida los anteriores’, lo que da la pauta que además de este acuerdo hay otros”.
Qué pasó en la audiencia entre Luciana Salazar y Martín Redrado
La prolongada disputa entre Luciana Salazar y Martín Redrado sumó un nuevo episodio judicial. Luego de años de cruces públicos y presentaciones legales, ambos coincidieron nuevamente en una audiencia determinante que buscó avanzar en los reclamos económicos que la actriz sostiene desde hace tiempo. El encuentro, del que participaron junto a sus respectivos abogados, volvió a dejar en evidencia que el conflicto está lejos de resolverse.
La información fue dada a conocer en Intrusos (América TV), donde se aportaron precisiones tanto sobre el clima de la audiencia como sobre el monto que se encuentra en discusión. De acuerdo a lo que explicó Paula Varela en el ciclo, el reclamo está vinculado a la manutención de Matilda, la hija de Salazar nacida mediante gestación por subrogación. Según detalló la panelista, la cifra exigiría un resarcimiento cercano a los dos millones de dólares, a los que se sumarían intereses, en concepto de alimentos hasta la mayoría de edad de la menor.
Al finalizar la audiencia, Redrado fue el primero en retirarse y eligió mantener un perfil bajo frente a la prensa. “Muy bien, se citó una nueva audiencia de conciliación dentro de un mes y los detalles técnicos los tienen mis abogados, Mariana y Bernardo”, expresó ante los micrófonos.
Consultado sobre si se había producido algún tipo de avance o si había tenido contacto directo con Salazar, el economista fue categórico: “No hubo acuerdo y no nos vimos”. Sin intención de extender la charla, agregó: “Hablen con ellos, te contesté todo lo que tenía para decirles”.
Instantes después, fue la actriz quien abandonó el edificio judicial. Al igual que su expareja, se mostró prudente respecto a lo tratado en la audiencia y se limitó a confirmar el resultado del encuentro: “No puedo hablar, no puedo decir nada de la audiencia, lo único que puedo decir es que no hubo acuerdo”. Al ser consultada sobre un posible cruce con Redrado, aclaró: “No, no lo vi. Lo vio mi abogado que dice que se quedó esperando hasta el final, parece que me quería ver, pero estuvimos separados”.
Conmovida, Salazar dejó entrever el impacto emocional que le genera el conflicto: “No puedo hablar de lo que se habló adentro, yo sigo mal con este tema, me da mucha bronca todo esto porque es muy injusto lo que viví”. Luego, puso el foco en el trasfondo de la disputa y remarcó: “La violencia económica y vicaria de hace casi cuatro años, porque en febrero se cumplen cuatro años, y mi hija. Esto es por ella”.
Antes de retirarse, la actriz fue consultada sobre su balance de la jornada y respondió sin rodeos: “Es que no hubo acuerdo todavía. Estamos acá por él, sino todo sería normal”. De esta manera, el conflicto entre Salazar y Redrado permanece abierto y queda a la espera de una nueva audiencia de conciliación que podría resultar clave para destrabar una disputa que lleva años sin una definición concreta.