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EXPLOSIVO

Se viralizó una foto y chats entre la exnovia de Fernando Báez Sosa y Agustín Monzón con un fuerte rumor

Las interacciones digitales entre Julieta Rossi, exnovia de Fernando Báez Sosa, y Agustín Monzón no pasaron desapercibidas y dieron pie a explosivos rumores, luego de respuestas afectuosas y repetidas imágenes compartiendo momentos.

Se viralizó una foto y chats entre la exnovia de Fernando Báez Sosa y Agustín Monzón con un fuerte rumor

De un tiempo a esta parte los internautas descubrieron una serie de intercambio de sugestivos mensajes entre Julieta Rossi, exnovia de Fernando Báez Sosa, y Agustín Monzón, nada menos que el nieto del recordado y controvertido boxeador argentino Carlos Monzón, lo que alimentó fuertes especulaciones sobre un teórico romance entre ellos.

Lo cierto es que durante los últimos días las redes sociales se llenaron de teorías sobre una posible relación amorosa entre la bailarina y el actor. El rumor cobró fuerza después de los dos compartieron fotografías y videos juntos.

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La primera aparición conjunta fue en la alfombra roja de los Premios Ídolo a comienzos de este mes, al tiempo que luego pudieron verse algunos otros posteos cotidianos donde se trasluce la química entre ellos, que claramente no pasó desapercibida para los buscadores de coincidencias en el mundo de la farándula.

Concretamente, fue el video en la ceremonia que reconoce a los creadores de contenido digital e influencers que ambos publicaron al mismo tiempo en sus respectivas cuentas de Instagram, donde se muestran más que cómplices, sensuales y divertidos, lo que significó un claro gesto para sus seguidores de que habría algo más que una simple amistad entre Julieta y Agustín.

IG Agustín Monzón y Julieta Rossi

Asimismo, en la publicación de ese video puntual lo que llamó por demás la atención fueron sus intercambios cómplices, por lo que muchos descontaron que podría tratarse de una pareja ya consolidada. Mientras que Agustín comentó con humor: “Lo dimos todo. No nos alcanzó para la clase de inglés nomás”; Julieta le respondió pícara: “No sé en qué idioma cantamos”.

IG Agustín Monzón emoji de Julieta Rossi

Pero eso es fue todo, porque al recorrer sus respectivos perfiles de la misma red social se encuentran fácilmente fotos y mas videos juntos, así como también múltiples reacciones con emojis de caritas con ojos en forma corazón, donde sus fandoms ya dan por sentado que son novios si bien ellos por el momento no confirman ni desmienten la relación.

IG Julieta Rossi con emoji de Agustín Monzón

Por Julieta Rossi no es parte del documental sobre el asesinato de Fernando Báez Sosa

Julieta Rossi tenía solo 17 años cuando el mundo se le desmoronó. Era la pareja de Fernando Báez Sosa, el joven de 18 años asesinado brutalmente a golpes por un grupo de rugbiers a la salida del boliche Le Brique, en Villa Gesell, en enero de 2020. Aquella madrugada conmocionó al país entero y, lejos de los titulares, su vida quedó atravesada para siempre por esa pérdida irreparable.

Mientras los padres de Fernando se transformaron en una referencia de lucha, visibilidad y búsqueda de justicia, Julieta tomó otro camino. La adolescente no solo enfrentó el dolor emocional, sino que además padeció estrés postraumático, lo que la obligó a iniciar atención psiquiátrica para poder recuperarse. Intentó mantenerse en pie como pudo, respirando día a día y tratando de reconstruirse desde los pedazos.

Hoy, con 23 años, su nombre vuelve a ser mencionado. Tras el crimen que paralizó al país, Julieta quiso seguir cerca de Silvino Báez y Graciela Sosa. Los acompañó, asistió a actos, estuvo a disposición e incluso se convirtió en un apoyo afectivo durante las primeras etapas del duelo. Sin embargo, la exposición permanente terminó pasándole factura. El dolor era demasiado grande, el trauma seguía vivo y el estrés por la mirada pública la desbordaba por completo. Tal como señalan quienes la conocen, “le hacía muy mal”. No lograba sostener la presencia en cada audiencia, en cada acto, en cada relato del horror al que quedó asociada sin haberlo elegido.

Fue entonces cuando tomó una decisión clave: mudarse a Estados Unidos para estudiar danza. Lejos de las cámaras, de la presión mediática y del constante recuerdo de la tragedia, empezó a encontrar calma. Y en ese lugar donde buscaba refugio descubrió también una vocación artística que terminó definiendo su futuro.

julieta rossi

Lo que comenzó como un camino de supervivencia se transformó en una profesión concreta. De regreso en la Argentina, Julieta volvió convertida en bailarina y los proyectos empezaron a surgir: participó en shows junto a Ecko, trabajó con Aitana, una de las artistas españolas más destacadas del momento, formó parte de producciones con Flor Vigna y recientemente estuvo presente en los Premios Ídolos, donde varios colegas resaltaron su talento.

Su nombre comenzó a volverse frecuente en castings, productoras y agencias de representación, consolidándose en el ambiente artístico.

En paralelo, a comienzos de noviembre llegó a Netflix el esperado documental sobre el asesinato de Fernando Báez Sosa, producción que rápidamente se ubicó entre lo más visto de la plataforma. Y entre las múltiples reacciones del público hubo un detalle que no pasó desapercibido: Julieta Rossi no aparece en el material. No brindó testimonio ni formó parte del homenaje audiovisual. Para algunos, ese silencio fue una postura cargada de significado; para otros, simplemente una decisión personal comprensible después de todo lo que vivió.