Ashton Kutcher dijo: “Tuve la oportunidad de conocerlo seis meses antes que falleciera. Nunca olvidaré el día que Steve Jobs murió. Llegué a casa, me senté a trabajar en la computadora y me di cuenta, que todas las relaciones que tengo en mi vida están atravesadas por lo que él creó. Para cualquier trabajo que hago o forma de entretenimiento que consumo, para eso tengo mi computadora Apple y mi Iphone. Todo eso es la contribución que él hizo a la sociedad. Y de hecho, tuve un momento muy emotivo ese día. Cuando tuve el guión en mis manos, quise asegurarme que su legado fuese contado por alguien que lo admiró”.
Steve Jobs siempre se destacó por ser un joven interesado en la electrónica y las computadoras. Fue así como tempranamente se unió al club Hewlett-Packard Explorer Club, donde ingenieros de Hewlett-Packard mostraban a los jóvenes sus nuevos productos. Estos profesionales captaron rápidamente el talento de Jobs, y estando aún en la secundaria, le ofrecen realizar prácticas de verano en la compañía. En ese ámbito conoce a Steve Wozniak, junto a quien creará en el garaje de su casa en 1976 la empresa Apple. Lo que nació como un experimento entre amigos, se convertirá en un modelo de negocio, cosechando fanáticos y seguidores de Jobs alrededor del mundo.
Hacia fines de los ochenta, Jobs será expulsado de su propia compañía, lo que lo llevó a comprar en 1986 la empresa The Graphics Group, posteriormente conocida como Pixar, una subsidiaria de Lucasfilm especializada en la producción de gráficos por computadora. Cuando Disney decide comprar Pixar en 2006, Jobs se convirtió en el mayor accionista individual en la compañía de Walt Disney, con aproximadamente el siete por ciento de las acciones de la empresa.
Cuando Apple comienza a decaer, vuelve a buscarlo a Jobs, lo que llevó al lanzamiento de sucesivo de productos como iPod, iPad, iPhone, transformando la industria musical.
Con sólo 27 años Jobs se convirtió en el joven más millonario en 1982. Tanto su popularidad como la de cada uno de los productos que lanzó al mercado, continuaron incrementándose con los años. Este fanatismo y una historia de vida que refuerza el imaginario colectivo que el esfuerzo cosecha sus frutos, hicieron que Steve Jobs ocupe el puesto 110 en la lista de los más ricos del mundo según la revista Forbes al momento de su muerte.