Después de una intro de sus músicos y bailarines, apareció la inconfundible silueta de María, que comenzó con el lloriperreo, acompañado de una puesta de pantallas leds, luces y un despliegue de primer nivel.
El show estuvo dividido en bloques: reguetonero, urbano, bachata y un set acústico que deslumbró a sus fans. Si hay algo que marcó su performance fue el hecho de demostrar la versatilidad que tiene la joven cantante para diferentes géneros musicales, su increíble presencia escénica y la conexión única con el público.
La emoción de María Becerra tras llenar su primer River
Visiblemente conmovida, María Becerra se tomó unos instantes para mirar a los miles y miles de fans, leyó sus carteles e interactuó con ellos, prometiendo a dos niñas abrazarlas después del show.
Cambios de vestuario, un hit sucediendo al otro, un video que recorrió su historia desde pequeña cuando soñaba con cantar, pasando por su época de youtuber y las anécdotas detrás de cada canción hicieron de este concierto un espectáculo inolvidable.
Con las luces apagadas y un estadio repleto de caras emocionadas que se preparaban para volver a sus casas siendo aún más fanáticos de lo que creían posible, quedó claro que con solo 24 años, María Becerra se encuentra en la cima de la escena: una estrella que se encendió Quilmes, Buenos Aires, y que ahora brilla bien fuerte en el mundo entero, como dice “LA NENA DE ARGENTINA”: “se fue internacional la nena de Argentina”.
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