Estamos en un estado de democracia, por lo cual Silvina Escudero puede elegir el medio que quiera para hablar. Nadie juzga eso. Sin embargo, su mala predisposición con los medios de comunicación no es similar a sus antiguas plegarias para conseguir una nota cuando era primera bailarina de las compañías y cuando revolvía los cupones del programa de Nicolás Repetto.Hoy, este medio, que trata de escuchar todas las voces e intenta tener a todos los protagonistas de la escena mediática, decide publicar su aclaración pública, descargo que hizo en el programa Este es el show, perteneciente a la misma productora que la tiene contratada, Ideas del Sur.Pero, así como tenemos la libertad para decidir hacerlo o no, también tenemos autonomía para manifestar que estamos en total desacuerdo con lo que hizo la morocha, le guste a quien le guste, y le pese a quien le pese.Desde muy temprano, Primiciasya.com llamó al teléfono móvil del Silvina Escudero. Se comunicó, además, vía Twitter por Mensaje Directo, algo que jamás fue contestado por la morocha. Lo propio se hizo con su hermana, Vanina Escudero, quien se mantiene al margen del asunto y la respetamos ya que no es la protagonista de la polémica imagen.Asimismo, El Diario del Espectáculo llamó a su manager, Jorge Brunelli, quien también se llamó a silencio. Todas las voces acallaron. Todos optaron por no salir a ratificar o desmentir. La foto de la falsa Silvina Escudero - tal como aseguro en el mencionado ciclo del Trece - nació en Internet. Lo lógico era que lo aclare en el mismo espacio. Ni siquiera buscábamos una exclusiva. La intención era que hable con nosotros como seguramente hacían otros colegas. Pero, como a Silvina le importa poco y nada el trabajo ajeno, salió a hacerlo para la corona y para quien la tiene contratada. Está perfecto, pero responder un llamado o bien contestar un MD de Twitter, no cuesta nada cuando se tiene grandeza interior. Demás está decir que optamos por aclarar lo de la foto de Silvina porque consideramos que es una injusticia y una aberración que alguien haya trucado la postal, sobre todo por las consecuencias que esto tiene para la vida de una persona pública. La entendemos. La respetamos y la acompañamos en este duro momento. Ya lo vivieron otras figuras, pero por suerte tuvieron la grandeza de salir a ser plurales a la hora de dar testimonio. Silvina sigue inmersa en su mar de ego, lo que seguramente nos obligará a dejar de hablar sobre ella. Por dicha razón no pusimos el video de la aclaración. Preferimos acompañar esta nota con la foto de la que todos hablan. Le creemos y volvemos a decir que estamos con ella, pero su forma de hablar con los patrones y su silencio con el resto ya nos aburrió en demasía.