Anoche, Florencia Regidor ingresó a la casa de Gran Hermano como nueva jugadora. Según contó en el casting es oriunda de Temperley, estudiante de relaciones públicas y trabaja de modelo.
Se conoció una imagen que demostraría que Sabrina Cortez y Florencia Regidor tenían un vínculo antes de coincidir en la casa de Gran Hermano.
Anoche, Florencia Regidor ingresó a la casa de Gran Hermano como nueva jugadora. Según contó en el casting es oriunda de Temperley, estudiante de relaciones públicas y trabaja de modelo.
Las redes explotaron tras los cinco participantes que se sumaron al reality. En Twitter se comenzó a mencionar que Flor tenía un vínculo cercano con Sabrina Cortez, que tuvo la oportunidad de reingresar al juego.
De hecho, se viralizó una captura del Instagram de la nueva hermanita, donde se ve que ella sigue a Brian Fernández, el ex novio de Sabrina, y él también la sigue a ella. Esa fue la primera pista de un lazo con la mendocina.
Aunque eso no fue todo. Al parecer, en su ingreso a la casa de Gran Hermano, Flor le dijo en el oído "amiga" a Sabrina cuando se saludaron. Para muchos fue un gran acto fallido.
Más tarde, Santiago del Moro quiso saber si había algún vínculo entre los "viejos" y los nuevos jugadores. Virginia y Darío admitieron que se conocían de La Plata, pero las chicas prefirieron no decir nada.
Como prueba infalible se conoció una foto de una producción de fotos que protagonizaron juntas para una campaña de lencería. Una imagen de dicha producción no tardó en replicarse por todos lados.
Desde que se fue Lucía Maidana, con quien tenía un vínculo muy estrecho, Rosina Beltrán se vio muy afectada anímicamente en la casa de Gran Hermano (Telefe). La uruguaya sintió muchísimo la salida de la salteña.
Anoche, tras el ingreso de nuevos jugadores, la morocha entró en pánico y se encerró en el baño junto a Zoe Bogach, su aliada en el reality. Juntas hicieron catarsis después de ver a cinco nuevos participantes, Mauro D’Alessio, Darío Martínez Corti, Paloma Méndez, Damián César Moya y Florencia Regidor.
Más tarde, en la habitación, Rosina se abrazó a sus peluches y soltó la angustia que tenía contenida. "Yo ahora sí extraño a mi familia”, exclamó. Zoe intentó darle ánimo, pero no pudo lograr ayudarla.
“Me siento mal. Yo sabía que me iba a pasar esto igual”, acotó la uruguaya, mientras lloraba desconsoladamente.
Y no es para menos. La casa ya no es la misma. Se reconfiguró el juego y la competencia es cada vez más dura. A eso se suma el tiempo de aislamiento que llevan quienes están desde el día 1 en la casa.