Soledad Pastorutti regresó a Arequito, el pequeño y pintoresco pueblo de Santa Fe donde dio sus primeros pasos en la vida y en la música. Su visita tuvo un reencuentro muy especial: con su primer amor, Mauro.
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Soledad Pastorutti recorría las calles de Arequito y, en una de esas vueltas, se reencontró con una persona que la acompañó en su infancia. De quién se trata.
Soledad Pastorutti protagonizó un emotivo reencuentro en su ciudad natal con alguien que marcó su infancia
Soledad Pastorutti regresó a Arequito, el pequeño y pintoresco pueblo de Santa Fe donde dio sus primeros pasos en la vida y en la música. Su visita tuvo un reencuentro muy especial: con su primer amor, Mauro.
El regreso se convirtió en un momento emotivo tanto para los vecinos como para ella misma. No solo recorrió los lugares de su infancia, sino que también pudo encontrarse con Mauro, quien, según la cantante, fue una persona clave en su vida antes de que la fama transformara su destino.
Durante la grabación del programa Camino a Casa (Telefe), conducido por Cristina Pérez, la artista y su exnovio revivieron juntos recuerdos de su infancia. “Podríamos decir que sí tuvimos un primer flechazo, fuimos lo que primero nos marcó en la adolescencia”, dijo él, mientras las primas de la Sole aparecían en escena.
Entre anécdotas de juegos y carreras, Soledad recordó con humor: “Me hicieron acordar que mí me decían Speedy González, él era muy buen corredor, el más rápido de los varones”, y Mauro completó: “Ella era la que más rápido corría de las chicas”.
Al momento de despedirse, el chico confesó que todavía guarda las cartas que recibía de parte de la cantante cuando vivieron un romance: “No encontré las cartitas, sino las traía”.
“Tengo las cartitas, las voy a cotizar, nos mandábamos cartas a los 10, 11 años”, dijo él y Pastorutti cerró entre risas: “Yo no soy tran prolija, mi mamá seguró guardó, si yo escribía, le escribía a él”.
Durante su emotivo regreso a Arequito, Soledad Pastorutti recorrió los lugares que marcaron su infancia, entre ellos el taller mecánico donde su padre trabajó durante décadas. En diálogo con Cristina Pérez en Camino a Casa (Telefe), la cantante recordó la confianza y el apoyo incondicional de su papá, Omar Alberto Pastorutti, quien creyó en su talento musical desde el primer momento.
La artista destacó la influencia de su mamá, pero subrayó que su padre siempre fue su motor y su refugio. “Él fue el único que confió en nosotras desde el principio por su convencimiento. Pidió hasta autos prestados para llevarnos a lugares. Siempre fue mi refugio, mi lugar seguro. Corría hacia él cuando me pasaba algo y le debo lo que soy, sin dudas”, confesó. La Sole recordó, además, que uno de sus primeros trabajos fue recorrer casa por casa para cobrar en ese mismo taller.
En ese espacio de recuerdos, también surgió la historia de amor de sus padres. Omar, mecánico de Arequito, conoció a Griselda Haydeé Zacchino, profesora de danza originaria de Los Molinos, un pueblo cercano. Su encuentro dio inicio a una familia unida y al nacimiento de Soledad y su hermana Natalia, quienes seguirían los pasos de sus padres y dejarían su propia huella en la música.
