La noche también tuvo una visita de lujo: Mirtha Legrand dijo presente entre el público, acompañando a la artista y recibiendo una cálida ovación cuando su presencia fue mencionada desde el escenario. La histórica conductora expresó “Este fue el mejor show de mi vida, sabía todas las canciones”.
En otro momento inolvidable, Soledad sorprendió a su finalista de La Voz Argentina, Milagros Amud, que se encontraba disfrutando del show entre el público, invitándola a subir al escenario para cantar juntas Cielo de mantilla ante un Gran Rex colmado y emocionado. Momento que tuvo la colaboración de Teresa Parodi desde su butaca recitando las primeras estrofas.
Además, la artista Ivonne Guzmán, voz destacada de La Delio Valdez , se unió a Soledad para interpretar una versión vibrante y llena de complicidad de Que nadie sepa mi sufrir, encendiendo al público con una energía contagiosa y un cruce de estilos que reflejó la amplitud musical de La Sole.
Durante más de dos horas y media, Soledad recorrió su repertorio con clásicos que marcaron su camino —desde Tren del cielo hasta Salteñita de los Valles— junto a nuevos arreglos, homenajes a grandes figuras del folklore y una puesta escénica moderna y emotiva que combinó luces, pantallas y sensibilidad artística.
Al finalizar el show, y fiel a su estilo espontáneo y cercano, Soledad sorprendió a sus fans saliendo a la vereda del Gran Rex para seguir festejando su cumpleaños. Entre abrazos, selfies y aplausos, la artista se despidió de su público con una sonrisa inmensa y a bordo de un taxi personalizado con su foto y una frase del icónico tema brindis, en una postal que combinó emoción, euforia y agradecimiento. Un cierre perfecto para una noche inolvidable, celebrando con su gente y con la ciudad que la vio crecer como artista.