Juana Repetto suele compartir las noticias diarias que le van sucediendo desde las redes sociales y más en este especial momento que vive mientras transita los últimos meses de su tercer embarazo.
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La actriz Juana Repetto contó las horas de suma preocupación que pasó tras llevar a su hijo mayor Toribio a la guardia y recibir una noticia inesperada.
Juana Repetto contó la enfermedad que tuvo su hijo Toribio y la tuvo muy angustiada
Juana Repetto suele compartir las noticias diarias que le van sucediendo desde las redes sociales y más en este especial momento que vive mientras transita los últimos meses de su tercer embarazo.
Lo cierto es que la actriz optó por esperar unos días y contar el pequeño percance de salud que pasó su hijo mayor Toribio después de que le diagnosticaran paperas.
Juana comentó que llevó a su hijo a la guardia médica y se asustó al recibir los primeras devoluciones desde la guardia y luego tuvo mayor tranquilidad al hablar con la pediatria y saber que el pequeño contaba con las vacacunas al día.
"Habemus alta, tuvo paperas", precisó en un video donde se la ve en el jardín junto a su hijo ya recuperado. Y después dio más detalles de lo sucedido.
"Estábamos alarmados por lo que nos dijeron en la guardia y después hablamos con los pediatras y la verdad que él teniendo calendario de vacunas al día, me dijo: 'tranquila, no pasa nada'", comenzó Juana Repetto.
Y agregó ya más aliviada al ver la rápida recuperacion de su hijo mayor tras sufrir paperas: "Pasó sin pena ni gloria, no tuvo ni fiebre. Le dolió un poco acá y al tercer día la pediatra medijo que haga vida normal, que se meta a la pileta".
"Cumplimos con el reposo por una cuestión de respeto del contagio y demás, por eso no fue al cole esta semana. Estaba todo el día como si nada", finalizó la actriz, quien comentó además que su hijo guardó reposo y no asistió a claeses por precaución al tratarse de una enfermedad viral pero que se encontraba en perfecto estado.
Juana Repetto compartió en Instagram un profundo posteo al hablar de los cambios en su cuerpo producto del embarazo y cómo padeció de pequeña algunas críticas recibidas.
"Comentamos pero no juzgamos, ¿dale? Las leo", planteó de ante mano en su posteo como una especie de pacto con sus seguidoras. “Sentía que no tenía novio y que nadie me quería y que no me iban a dar bola porque era gorda. Me está costando un montón verme con otra morfología este embarazo”, comenzó la madre de Toribio y Belisario en un video.
“Con el de Toro, yo me quedé embarazada con el peso que tengo hoy, ahora, embarazada, es... casi seis meses. Y estaba muy embarazada, me importaba nada. Con Beli venía de haber hecho mi gran cambio con los grupos y qué sé yo, y estaba en mi mejor momento, en el momento de que mejor me sentí con mi cuerpo. La primera vez en mi vida, en la historia de mi vida, que me veía linda, me gustaba cómo me veía en el espejo, estuve bastante cuidadosa”, siguió.
La actriz reconoció que en base a sus anteriores embarazo ahora lo vive de una manera mucho más relajada: “Y este embarazo, que me tomó absolutamente por sorpresa, en un momento de mi vida de mucho cambio, mucha cosa, mucha ansiedad, no contarlo... Los primeros meses no le conté a nadie. Me daba pánico decirlo porque era todo muy especial. Y la ansiedad, un viaje que hice a Disney, todo, y ya me empecé a clavar los pa-pa-pa-pa".
"Subí mucho de peso al principio y es como que no me reconozco con el cuerpo. O me veo en el programa y me veo la papada, los brazos, y me molesta. Y a la gente le cuesta escuchar eso, porque te dicen: ‘Qué mambos tenés con el cuerpo’. Yo siempre digo lo mismo: ‘Yo tengo mambos con el cuerpo porque soy una víctima’”, explicó.
Y luego confesó que ella padeció comentarios sobre su cuerpo cuando era chica, situación que la marcó para siempre: “Yo la pasé mal en el colegio, de chiquita, siempre fui muy insegura con los hombres, yo sentía que no tenía novio y que nadie me quería y que no me iban a dar bola porque era gorda. Fin del comunicado, o sea, le guste a quien le guste, no le guste a quien no le guste. Me pasó eso. De chiquita la pasé mal porque había que cumplir con ciertos estándares de belleza y las novelas que veíamos eran todas chicas mega hegemónicas, flaquitas y que si tenían un gramito de grasa de-- en la novela misma decían: ‘Ay, estoy gorda’. Entonces, una tenía como ese parámetro, yo estaba lejísimos y me quedó. Me quedó para siempre”.
“Por primera vez logré tener un cuerpo con el cual yo me sentía cómoda y me veía bien a los 29 años, 30 más o menos. Me cuesta un montón cuando veo que me estoy descarrilando, porque es un-- para mí es un-- fue un laburo lograr estar bien y cómoda con mi cuerpo. No es algo natural. Después me acostumbré, se instalaron esos hábitos en, en mi casa, en mi vida, sobre todo también por mis hijos”, cerró una muy reflexiva Juana Repetto.