Los concursantes del ciclo Los 8 escalones suelen sorprender con sus historias de vida y esta vez un particular oficio dejó sorprendido al conductor Guido Kaczka.
Los concursantes del ciclo Los 8 escalones suelen sorprender con sus historias de vida y esta vez un particular oficio dejó sorprendido al conductor Guido Kaczka.
Marcela llegó al ciclo del Trece y sorprendió al revelar en qué consiste su trabajo cuando el conductor la presentó e indagó un poco sobre su vida.
“Está Marcela, que ¿a qué te dedicas?”, le consultó el conductor. A lo que la mujer contestó: “Soy especialista en tanatoestética”.
“¿Tanatoestética?”, preguntó con curiosidad Guido Kaczka al escuchar el trabajo de la mujer. Y ahí la participante amplió: “Tanatoestética, muerte-belleza”.
“Ah, los preparas cuando…”, señaló el conductor haciendo un claro gesto a los televidentes sobre el trabajo que hacía la mujer a la hora de preparar los cadáveres para darles un mejor aspecto.
Y luego Guido siguió adelante con el desarrollo de las preguntas para el juego.
En el programa Los 8 escalones, El Trece, Guido Kaczka se volvió a sorprender al contar un detalle particular de una participante que se presentó para ganar el premio y así poder afrontar todas sus deudas, incluso la del almacén.
Gabriela sorprendió al revelar la exorbitante cifra que debe en el almacén: 200 mil pesos. “Levanta la mano Gabriela, manicurista”, la presentó el conductor.
"Yo lo tenía hecho, pero me lo saqué hace dos días y lo dejé para descansar las uñas”, aclaró la participante cuando Guido le marcó que no tenía las uñas hechas. “Ah, ¿tienen que descansar en un momento?”, indagó el animador al respecto. “Sí, sí, porque venía una tras otra”, respondió ella.
Y ahí Guido Kaczka contó: “Los 3 millones serían bueno, por ejemplo para cancelar deudas. Debe 200 mil pesos al almacén”. “Aproximadamente sí”, confirmó la participante entre risas.
Y detalló: “Pero también deudas de préstamos, mucho, y encima desde julio me vienen pasando un montón de cosas, me robaron el celular a mi mamá y a mí, se rompió la tele".
“En la calle, vino y nos manotearon el celular. Fue un segundo, creo que no debe quedar una persona a la que le hayan robado alguna vez. Y encima hacía tres meses que me había comprado el celular”, se lamentó.
Y el conductor cerró: “Ay Gabriela, Gabriela, que también sería un sueño el departamento, bueno, los premios”.